Dietas y trastornos alimentarios

Jesus L. Rodriguez

Dietas y trastornos alimentarios

Dietas y trastornos alimentarios. Con el calorcito la obsesión por el cuerpo y la ansiedad por sacarse de encima los kilos de más se acrecienta y puede ser la antesala de los trastornos alimentarios.

El tema es que además el estereotipo de belleza que reina actualmente no ayuda, al contrario, fomenta trastornos como la anorexia y la bulimia.

El seguir dietas muy estrictas genera un gran riesgo a padecer algún problema alimentario, obviamente, a esto se debe sumar factores biológicos como psicológicos, familiares y socioculturales.

Las personas con trastornos alimentarios, toman la delgadez como una premisa para sentirse bien y aceptadas en la sociedad. En general los que padecen anorexia o bulimia son personas perfeccionistas, autoexigentes, con baja autoestima y a veces con el influjo de experiencias personales o modos aprendidos.

Es recomendable que los padres estén atentos a las dietas que siguen los jóvenes, si te interesa saber más sobre el tema de la anorexia y la bulimia, te invito a que leas los post: Nuevos desórdenes alimentarios, Anorexia nerviosa y anorexia metabolica, Ana y mía, uso de la sibutramina.

Actualmente, la anorexia nerviosa en jóvenes de 10 a 19 años está en torno a 35 casos por 100.000 habitantes al año, y de bulimia nerviosa en unos 36 de cada 100.000 al año en jóvenes de 10 a 19 años. En general, la edad de comienzo habitual está entre los 13 y los 16 años, y suele ser mucho más frecuente entre chicas que entre chicos.

Respectos a los factores que influyen, Rojo explica que son tanto biológicos como psicológicos, familiares y socioculturales. “La genética influye, los factores psicológicos personales son también muy importantes, pues son los que hacen que en un individuo determinado los cambios corporales, la delgadez, se constituyan en un recurso para ganar sensación de seguridad, sensación de valor personal, y el recurso casi exclusivo, aunque equivocado y sin posibilidad de éxito, para sentirse bien”.

Por eso, estos pacientes suelen ser jóvenes perfeccionistas, autoexigentes, con baja consideración personal y, en ocasiones, influenciados por las experiencias personales o los modelos aprendidos en el ámbito familiar y social.

“Los factores familiares, las rigideces, la excesiva valoración de todo lo concerniente a la imagen y al cuerpo, son un factor más que ayuda a que estos trastornos se manifiesten, pero en ningún caso se debe hacer gravitar todo el peso de la causalidad de una patología tan compleja en el comportamiento de la familia”, explica.

ORIENTACIÓN AL TRATAMIENTO

En cuanto a la orientación del tratamiento, recomienda acudir a un especialista, psiquiatra, que “contará con el apoyo del psicólogo clínico y la ayuda del nutriólogo, endocrinólogo y otros especialistas médicos en caso necesario”.

Asimismo, afirma que “no es fácil que la paciente por sí misma se percate del problema y acepte sin más una intervención”. “Si es menor de edad, considero que el paso más responsable es poner el caso en manos del especialista en trastornos mentales y que él decida sobre las medidas que han de tomarse”, advierte.

En la mayor parte de los casos los pacientes no son conscientes del problema, sobre todo en el caso de la anorexia nerviosa, donde “no existe sensación de pérdida de control sino todo lo contrario, en la medida en que se rehuye la comida, más sensación de control y satisfacción se tiene”.

Asimismo, advierte de que es indispensable que las campañas preventivas abandonen a idea de informar sobre estas patologías y sus graves consecuencias ya que “pueden ser contraproducentes”. Por el contrario, aconseja programas que ayuden a desarrollar el crecimiento personal.

Por su parte, el profesor José Giner, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), explica que “existen estudios socioculturales que han hecho hincapié en el papel de los factores culturales, como la promoción de la delgadez como figura ideal femenina en los países desarrollados, especialmente a través de los medios de comunicación”.

Por este motivo, en su opinión lo más apropiado sería “informar a los jóvenes que existen distintos tipos de cuerpos y distintos pesos. Se debe de advertir del peligro de las dietas incontroladas”.

En cualquier caso, los expertos recuerda que su abordaje debe ser casi siempre multidisciplinar ya que se trata de una enfermedad mental, “de carácter grave,” que genera carencias importantes en los sujetos y que “desvía a las jóvenes que la padecen de sus objetivos vitales previos que muchas veces no pueden volverse a retomar”.

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