La alimentación es algo que influye mucho en la prevención y el control de la hipertensión. Una dieta para la hipertensión, combinada con un programa de ejercicio físico adecuado a las características de cada persona puede ayudar mucho a solucionar la mayoría de los problemas de hipertensión leves.
En casos de hipertensión grave, una dieta adecuada puede reducir la gravedad de la situación, y en la mayor parte de los casos se utiliza la dieta para la hipertensión como complemento de otros tratamientos médicos.
Básicamente, en una buena dieta para bajar la tensión arterial se sigue consumiendo muchas frutas, verduras y cereales, y muy pocas grasas animales o de productos con colesterol.
Recomendaciones generales para prevenir y combatir la hipertensión:
- Mantener el peso ideal (IMC 23-25 KG/M2, ya que la obesidad es factor de riesgo.
- Ejercicio físico. Se recomienda practicar ejercicio de forma habitual
- Moderar el consumo de alcohol.
- Dieta rica en frutas, verduras y productos lácteos desnatados con reducción de grasa total y especialmente saturada.
- Restringir el consumo de sal. Se recomienda ingerir por debajo de 6 gramos de sal al día, el equivalente a una cucharadita de café. En su lugar para condimentar los platos puedes usar especias o hierbas aromáticas (comino, orégano, perejil…). Para reducir el consumo de sal, evita productos en conserva o que lleven sal añadida y compra productos frescos o congelados/enlatados sin sal. La carne, pescado o aves deben comprarse frescos, no envasados ni precocinados. Para el desayuno, los cereales contienen muy poca sal. Algunas salsas tienen mucha sal como la salsa mostaza o barbacoa, evítalas. Cuece el arroz y la pasta sin sal y evita estos platos precocinados.
estos cuatro alimentos son grandes aliados de las personas hipertensas.
- Agua: el consumo suficiente de agua, no de otras bebidas, es fundamental para mantener un buen equilibrio hídrico y favorecer la buena circulación de la sangre, lo cual sin duda, reduce la presión arterial y ésto repercute positivamente en la salud del organismo.
- Aceite de oliva: por la calidad de sus ácidos grasos, tiene un fuerte efecto antiinflamatorio en el cuerpo humano, lo cual ayuda a prevenir enfermedades como la aterosclerosis que dificulta el flujo sanguíneo y aumenta la presión arterial, además, por sí solos los ácidos grasos monoinsaturados contribuyen a mantener sanas las arterias.
- Frutas secas: nueces, almendras, avellanas y pistachos también tienen buenas grasas con acción antiinflamatoria y además, tienen nutrientes antioxidantes y reducen el colesterol en sangre, por lo cual, son grandes aliados si queremos mantener bajo control la presión arterial.
- Frutas y verduras frescas: su elevado contenido acuoso así como su alto valor nutritivo y su aporte de fibra, son grandes ayudas para controlar la presión arterial, porque no sólo colaboran en mantener un buen nivel hídrico sino que, ayudan a reducir el colesterol, tienen acción antioxidante muchos de sus nutrientes y además, favorecen un buen equilibrio electrlítico que es fundamental para no retener líquidos.
Con sólo incluir más de estos 4 alimentos en nuestra dieta podemos controlar la presión arterial, pues son los más importantes integrantes de una dieta adecuada en casos de hipertensión arterial.