Una de las enfermedades más comunes, que estoy segura que en algún momento todos la hemos padecido, es la gastritis. Esa sensación de ardor en el estómago, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, pérdida de apetito y los mareos, seguro que coincides conmigo que es muy molesto y para nada agradable.
Pero el mayor problema no es cuando padecemos de gastritis ocasionalmente, sino que la peor parte se la llevan los que padecen de gastritis crónica, en esos casos debemos tomar medidas en relación a la alimentación más estrictas, es decir, debemos seguir una dieta para la gastritis.
En los casos de gastritis crónica los síntomas se agudizan. Aparecen las diarreas, o la constipación, la sensación de “estar muy llenos” todo el tiempo, malos sabores en la boca, aumenta el flujo de saliva y se suele orinar muy poco.
Las primeras horas de gastritis intensa
En caso de gastritis muy intensa puede ser conveniente durante las primeras 12 horas no comer nada y beber agua abundante. De esta manera se depura el organismo y se relaja la mucosa inflamada.
– Mezclar en un litro de agua hervida una cucharadita de sal con 8 cucharaditas de azúcar. Beber media taza cada 15 minutos. En total debe beberse un litro cada 2 horas. ( En caso de hipertensión consultar con el médico) Pasadas la irritación inicial
Si se ha frenado la irritación, se puede realizar la dieta siguiente:
– Desayuno:
En un bol cortar un plátano en rodajas, una manzana en trozos y dos rodajas de pan blanco. Añadir una cucharada de miel. Infusión de manzanilla
– Almuerzo:
Un zumo de pera.
– Comida:
Un plato de arroz blanco con unos champiñones hervidos. Una membrillo hervido al horno y cubierto con dos cucharadas de miel. Dos rodajas de pan blanco. Infusión de manzanilla.
– Merienda:
Un rebanada de pan blanco untado con pasta casera de membrillo.
– Cena:
Un plátano. Una tostada de pan blanco con mermelada de arándano. Una infusión de malvavisco.
No beber café o bebidas alcohólicas.