Es algo normal preocuparse en tiempos estresantes, pero algunas personas se sienten tensas y ansiosas todos los días, incluso cuando hay poco de qué preocuparse. Cuando esto dura por seis meses o más, puede ser un caso de Desorden de Ansiedad Generalizada. Muchos afectados ni siquiera saben que lo están, por lo que pueden perder la oportunidad de tratamientos para mejorar su calidad de vida.
Síntomas
El síntoma principal es una constante y exagerada sensación de tensión y ansiedad. Puede que no seamos capaces de señalar un único motivo por el cual nos sentimos tensos. O quizás nos preocupamos demasiado por cuestiones ordinarias como las cuentas a pagar, nuestras relaciones interpersonales o nuestra salud. Esta preocupación constante puede interferir con nuestra capacidad de dormir y nuestra habilidad de pensar correctamente, ya sea por la falta de sueño o por la enfermedad en sí.
Junto con la preocupación exacerbada suelen venir síntomas físicos. Pueden incluir:
Tensión o dolor muscular
Dolores de cabeza
Náuseas o diarrea
Temblores o tics nerviosos
Desorden de ansiedad vs. preocupaciones normales
La mayoría de las personas se preocupan por sus problemas, ya sea dinero, exigencias del trabajo o problemas en nuestras relaciones. Lo que separa al desorden de ansiedad de las preocupaciones normales es la sensación de que no podemos dejar de preocuparnos. Puede que nos resulte imposible relajarnos, incluso cuando estamos haciendo algo que disfrutamos. En casos más severos, el desorden de ansiedad puede interferir con el trabajo, relaciones y actividades diarias.
Personas de cualquier edad pueden desarrollan este desorden, incluso niños en edad escolar. La enfermedad tiende a aparecer gradualmente, con los primeros síntomas ocurriendo entre la niñez y la edad mediana. La enfermedad afecta al doble de mujeres que a hombres.
Causas
Existe un cierto nivel de predisposición genética a la enfermedad, pero no es la única causa de la misma. Los científicos creen que se trata de una combinación del ADN, ambiente y factores psicológicos. Actualmente las investigaciones se centran en químicos del cerebro llamados neurotransmisores, junto con ciertas estructuras internas del cerebro llamas las amígdalas.
Diagnóstico
No existe una prueba química que se pueda hacer para diagnosticar la enfermedad, por lo que el diagnóstico se hace en base a una descripción de síntomas. Es importante ser específico cuando se habla con el médico de nuestra ansiedad. Puntualmente: de qué nos preocupamos, qué tan seguido, si la ansiedad interfiere con cualquier actividad diaria, etc.
Tratamientos
La psicoterapia es una alternativa al tratar la ansiedad. Un tipo de terapia llamado terapia cognitiva del comportamiento es sumamente útil. Un counselor o terapeuta nos ayuda a identificar nuestras acciones y pensamientos negativos. El tratamiento puede incluir ?tarea para el hogar?, como escribir los pensamientos que llevan a preocuparnos en exceso. Tambie´n aprenderemos estrategias para calmarnos. Esta terapia suele ser efectiva al haberla utilizado por tres a cuatro meses. El mejor tratamiento es una combinación de psicoterapia y medicina complementaria.
Por otro lado, ciertos antidepresivos funcionan bien para bajar los niveles de ansiedad. Puede llevar de cuatro a seis semanas ver los resultados. Las drogas del tratamiento tienen riesgo de crear dependencia. Es importante discutir los pros y contras de cada medicación con nuestro médico.
Vía | WebMD
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