Llega el invierno, la estación en la que las camperas gruesas, los buzos de lana, las bufandas y los guantes se apoderan de nuestra vestimenta cotidiana. También es el nada esperado momento de darle la bienvenida a la gripe y el resfrío, problemas tan incómodos como comunes si no nos cuidamos cuando bajan las temperaturas.
¡Basta de estornudos y tos! Curarte del resfriado está solo a solo simples pasos. ¿Quieres averiguarlos?
Descansa adecuadamente:
El descanso es fundamental para permitir que tu cuerpo se recupere de una enfermedad. Cuando estás resfriado, tu sistema inmunológico trabaja arduamente para combatir el virus, por lo que es importante darle el tiempo y el espacio necesarios para hacer su trabajo. Intenta descansar lo más posible, evitando actividades extenuantes que puedan prolongar tu recuperación.
Hidrátate:
Beber muchos líquidos es esencial para mantenerse hidratado y ayudar a aflojar la congestión nasal. Opta por agua, caldo de pollo, tés de hierbas y jugos naturales ricos en vitamina C. La hidratación adecuada también ayuda a prevenir la sequedad de la garganta y a aliviar la tos.
Mantén la higiene.
El lavado de manos es un hábito saludable que sí o sí debemos incorporar para deshacernos de todos los gérmenes que nos rodean. Es esencial que laves tus manos cuando vienes de la calle y antes de ir a comer. Por supuesto también, luego de tocar algo sucio. ¿Cómo hacerlo correctamente? Frota tus manos con jabón durante 20 a 30 segundos, haz espuma, enjuaga y trata de secarlas en papel en lugar de hacerlo con ventilador: la fricción ayuda a remover más bacterias. Mantener la higiene de tus manos es una forma de evitar enfermedades, entre ellas, el resfrío.
Bebe yogur.
Dos vasos de yogur al día te mantienen alejado de los resfriados, pues es un alimento que nutre los intestinos de “bacterias sanas” que fortalecen nuestro sistema inmunológico y nos hace más resistentes a la gripe y resfriados.
Toma más vitamina D.
Para prevenir el resfrío, generalmente se nos enseña que debemos aumentar nuestro consumo de vitamina C. Sin embargo, nos estamos olvidando de otra letra importante, la D. La vitamina D activa la respuesta inmune del cuerpo que nos protege de los resfriados: se ha demostrado que las personas que no consumen suficiente de esta vitamina tienen hasta un 40% más de probabilidades de contraer enfermedades respiratorias. Puedes encontrar vitamina D en los productos lácteos, en el pescado y el huevo.
Baja la temperatura de tu hogar.
No solo estarás ahorrando sino que además evitarás la gripe. El virus de la gripe se desarrolla en los ambientes secos y de aire caliente. Además, exponernos a un ambiente árido puede secar nuestras membranas mucosas, las cuales tienen que estar lubricadas para protegernos de los virus. Coloca un humificador en tu casa si el aire es demasiado seco.
Consejos para curar el resfriado común
El resfriado común puede detenernos en seco, pero con algunos cuidados y hábitos inteligentes, ¡puedes acelerar tu recuperación en un solo día! Aquí te presentamos una guía práctica para combatir el resfriado de manera efectiva:
Evita los cambios bruscos de temperatura:
Los cambios repentinos de temperatura pueden agravar los síntomas del resfriado. Mantente en ambientes con una temperatura constante y evita exponerte al frío o al calor extremo.
Abrígate bien:
Es normal sentir más frío de lo habitual cuando estás resfriado. Asegúrate de abrigarte adecuadamente, especialmente los pies, la espalda y el cuello. Sin embargo, evita abrigarte demasiado para evitar transpirar en exceso.
Gárgaras salinas:
Prepara una solución de agua tibia con sal y haz gárgaras profundas durante unos 5 segundos, luego escúpela. Repite este proceso cada 3 horas para eliminar los virus en la garganta y prevenir complicaciones.
Limpieza nasal con agua y sal:
Si te sientes valiente, haz una solución de agua y sal y úsala para limpiar cada fosa nasal. Inclina la cabeza hacia atrás para permitir que la solución llegue a las áreas afectadas. Aunque pueda causar una sensación de ardor, ayudará a secar la mucosidad y combatir el virus.
Evita alimentos productores de mucosidad:
Durante tu día de recuperación, evita los carbohidratos como pastas y pan, así como los lácteos, ya que pueden aumentar la producción de mucosidad y dificultar la recuperación.
Consume proteínas y grasas saludables:
Incorpora alimentos ricos en proteínas como la soja, que contiene glutamina para mantener el tono muscular. Además, incluye grasas saludables en tu dieta, como aguacates, aceite de oliva y frutos secos.
Ensalada descongestionante:
Prepara una ensalada con cebolla, ajo, pimentón, lechuga, limón, un poco de aceite y sal. Esta combinación puede ayudar a aliviar la congestión y acelerar la recuperación.
Uso de mascarilla desechable:
Usa una mascarilla desechable durante el mayor tiempo posible, incluso al dormir. Esto ayudará a evitar contagiar a otros y filtrará el aire que respiras, evitando que llegue frío a tus vías respiratorias y permitiendo que el virus se desarrolle más lentamente.
Evita automedicarte:
Si experimentas molestias, puedes tomar ibuprofeno y antigripales, pero recuerda que estos solo alivian los síntomas y no curan el resfriado.
Con estos consejos de aseguro que el resfriado durará muy poco. Como dije, son un poco “desagradables”, pero personalmente prefiero estar un día de esta forma, que estar más de una semana con molestias.
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