Hoy queremos hablar sobre un problema muy grave que por lo general no se le da la importancia que merece: dormir poco. Si bien puede que esto parezca inofensivo, lo cierto es que las repercusiones de este mal hábito son muy graves, hoy te contamos cuáles son, ¡presta mucha atención!
La medicina tradicional estima entre 8 y 10 horas promedio la cantidad de horas necesarias de sueño, para la persona adulta, aumentando hasta 12 horas para los niños y adolescentes y disminuyendo hasta 6 o 4 para los ancianos.
Las características más evidentes de la falta de horas de sueño son las consecuencias emocionales, se manifiestan como somnolencia, cambios repentinos del humor, irritabilidad, adopción de una actitud más pesimista, tristeza, enojo extremo, aumento de estrés y ansiedad.
La falta de sueño y descanso es sinónimo de falta de energía y cansancio, todos lo sabemos. Dormir poco y sentirte al día siguiente cansado va a quitarte también la motivación prácticamente de lo que sea, los individuos que duermen poco generalmente se sienten con mucha letargia y faltan a sus trabajos o tienen días muy difíciles, con bajos desempeños.
Dormir bien es fundamental a la hora de cuidar de nuestra salud, lo recomendable es un mínimo de 8 horas. No solamente incluye la cantidad de horas sino también la posición en que lo hacemos, como hemos visto en varias ocasiones lo mejor es hacerlo de costado con las piernas ligeramente dobladas. Una de las principales consecuencias de dormir mal es fatiga física y mental al otro día. No estar bien descansados perjudica muchísimo nuestra capacidad de concentración, memoria, y capacidad de retención.
Usualmente la falta de sueño está asociada a los problemas de coordinación y control tanto del cuerpo como de la mente, dormir poco puede afectar tu desempeño en todos los ámbitos y llevarte a tomar malas decisiones. Las personas con mucha deuda del sueño suelen ser mucho más impulsivas y protagonistas de escandalosos conflictos.
Por otro lado, nos levantamos con poca motivación y falta de energía, la falta de sueño se transforma en letargia, por lo que hacer una tarea sencilla puede convertirse en una tarea difícil y complicada. También puede traernos dolores físicos, como por ejemplo cefaleas y también afecta nuestro estado de ánimo, causando depresión o ansiedad.
En lo físico, la falta de sueño también repercute en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y otros síntomas de diabetes. También puede ocasionar que la glucosa se almacene como grasa, lo que provoca un aumento de peso.
También provoca la disminución de la temperatura corporal basal, esto puede provocar alguna alteración en el funcionamiento del metabolismo del cuerpo así como la pérdida de constancia del ritmo cardíaco.
Una de las causas más probadas de la falta de sueño son los trastornos psiquiátricos.
Diego García Borreguero, neurólogo de la Unidad del Sueño de la Fundación Jiménez Días de España, afirma que han detectado casos de ansiedades y depresiones entre personas que no respetan las 6/8 horas diarias de sueño.
No dormir puede provocar una alteración en el centro del habla, manifestando un menor control al hablar que se presenta como balbuceo o palabras repetitivas.
Se puede observar una mejora en la memoria de corto plazo, pero disminuye la posibilidad del recuerdo a largo plazo. En este estado es casi imposible aprender una nueva habilidad. También puede provocar una disminución en la creatividad y en la capacidad para resolver problemas, ya que la persona vuelve más lenta y menos precisa.
Experimentos para estudiar la falta de sueño durante varios días, comprobaron que las alucinaciones y la locura temporal suele presentarse por falta del sueño, después del tercer día sin dormir.
Los estudios demuestran que cuando las dificultades para dormir se vuelven crónicas, aumenta a un 40% las probabilidades de sufrir de alguna enfermedad psiquiátrica.
En los adolescentes, el ritmo de estudio combinado con la costumbre de salir durante la noche, va desfasando la relación que se produce entre el sueño y la vigilia provocando desórdenes de todo tipo, especialmente repercute en los procesos hormonales, tanto como en la maduración sexual.
Además de todo el dolor y la angustia que nos puede provocar cualquiera de las consecuencias anteriores, el dolor literalmente se vuelve físico, losdolores musculares en todo el cuerpo y los fuertes dolores de cabeza se vuelven mucho más repetitivos.
A largo plazo trae asociados otros trastornos como pueden ser la obesidad, el envejecimiento precoz, el agotamiento, un aumento de probabilidades de contraer infecciones, diabetes, enfermedades cardiovasculares y trastornos gastrointestinales, así como también la pérdida crónica de la memoria.
Estas son algunas de las consecuencias de dormir mal, como vemos son graves y afectan nuestro desempeño en el día a día, por esto te recomendamos cuidar mucho de tu descanso, ¡tu salud depende de ello!