Trabajar todo el día y descansar poco puede parecer algo inofensivo e incluso común en muchas personas. Pero este es solo el comienzo de una serie de problemas que se pueden generar en la salud.
Nuestro cuerpo necesita descansar después de un día agotador, y si no dormimos las horas suficientes cada noche, esto terminará afectando las funciones del organismo.
Conocer las consecuencias de no dormir bien es entonces una necesidad, cuando comenzamos a tener algunos síntomas o problemas que están afectando nuestra calidad de vida; para hacer algo al respecto y cuidar nuestra salud en general.
Siempre se dice que lo recomendable es dormir entre 7 a 8 horas diarias, pero cuando comenzamos a dormir menos de 6 horas es cuando aparecen problemas de concentración, memoria e incluso nuestro estado de alerta se ve afectado; teniendo somnolencia constante durante el día, afectando nuestro rendimiento.
Consecuencias de no dormir bien y cómo prevenir enfermedades
Consecuencias físicas:
Fatiga y falta de energía:
La falta de sueño adecuado conduce a la fatiga y disminución de la energía, afectando la capacidad de rendir y realizar actividades diarias.
Problemas de salud:
Puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas e hipertensión.
Sistema inmunitario debilitado:
El sueño deficiente puede disminuir la capacidad del sistema inmunitario para combatir infecciones, lo que aumenta la vulnerabilidad a enfermedades.
Dolores y molestias:
La falta de sueño puede agravar dolores crónicos y aumentar la percepción del dolor.
Una de las consecuencias de no dormir bien es que aumenta nuestro apetito, ya que se eleva la hormona grelina en la sangre.
Esto provoca que el hambre aumente casi de forma incontrolada en nuestro cuerpo, por eso si se duerme poco es probable que tengamos hambre durante todo el día e incluso se desarrollen problemas de obesidad.
Consecuencias mentales y emocionales:
Dificultad cognitiva:
La falta de sueño afecta la concentración, el enfoque y la toma de decisiones, reduciendo la agudeza mental y la capacidad de aprendizaje.
Problemas emocionales:
Puede aumentar la irritabilidad, la ansiedad, la depresión y la sensibilidad emocional.
Riesgo de trastornos mentales:
La falta de sueño crónica se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos como la depresión y la ansiedad.
El estado emocional y la falta de sueño
El estado emocional también se puede ver afectado por la falta de sueño, es posible estar más emocionales al ver imágenes perturbadoras o negativas, lo que también se puede reflejar en que podemos molestarnos más fácilmente o llorar más de la cuenta aunque las causas no sean graves.
Por otro lado, la memoria también se ve perjudicada, ya que la capacidad de recopilar y consolidar los recuerdos se ve atrofiada por la mala calidad del sueño; esto también afecta de forma negativa el estado de alerta, razonamiento, la concentración y la resolución de problemas, afectando directamente las actividades cotidianas.
Muchas personas sienten que cuando descansan poco, se enferman más y esto está relacionado con otras de las consecuencias de no dormir bien, ya que bajan las defensas.
Si siempre te estás resfriando, la falta de sueño puede ser la principal razón de esto; destacando que un estudio realizado en el año 2009 demostró que las personas que tienden a dormir menos de 7 horas cada día, tienen más posibilidades de resfriarse en comparación a quienes duermen lo suficiente.
Dormir poco o mal, también incrementa el riesgo de sufrir un derrame cerebral, aunque esta sea una consecuencia a largo plazo, tener malos hábitos de sueño, puede aumentar el riesgo de esto, principalmente en adultos y ancianos.
Pero la vida sexual en las parejas también se puede ver afectada por la falta de sueño, ya que esto afecta directamente el deseo sexual, esto explica porque muchas parejas bajan su rendimiento sexual cuando no duermen lo necesario, bajando considerablemente la libido.
Consejos para dormir bien y mantener hábitos saludables
Siempre se recomienda hacer ejercicios, porque mantenerse activo físicamente realizando actividades como nadar, correr o caminar, aporta beneficios claves para la salud; pero además, cuando se hace ejercicios el cuerpo está más cansado y se duerme más rápido, teniendo un sueño más profundo y teniendo una menor frecuencia de despertar por las noches.
Establecer una rutina de sueño regular y consistente.
Crear un ambiente propicio para dormir, con una temperatura agradable y poca luz.
Evitar estimulantes como cafeína o dispositivos electrónicos antes de acostarse.
Realizar ejercicio regular, pero evitando ejercitarse justo antes de dormir.
Hábitos saludables
Mantener hábitos saludables ayuda siempre a evitar las consecuencias de no dormir bien, por eso se recomienda decir adiós al tabaco, ya que fumar es un enemigo directo del descanso, además de la salud en general; esto porque la nicotina provoca en el organismo un efecto que provoca que no podamos dormir con facilidad.
Otro hábito saludable a incorporar es consumir menos bebidas con cafeína, ejemplos de esto es el té, café o refrescos con cafeína, ya que además de activar el cuerpo para que esté despierto más tiempo por la noche, aumenta la necesidad de ir al baño por las noches interfiriendo nuestro sueño.
Otro efectivo consejo para dormir bien, es que si no logramos dormir tras 20 minutos de haberlo intentado, levantarnos de la cama. Ya que este es un indicador de que no estamos relajados y nos va a costar mucho más dormirnos; al levantarnos podemos leer un poco por ejemplo y luego intentar dormir, ya que dar vueltas en la cama una y otra vez intentando dormir, no va a acelerar el proceso.
Importancia de buscar ayuda profesional:
Si la falta de sueño persiste o afecta significativamente la vida diaria, es importante buscar ayuda médica. Un médico o un especialista en sueño pueden proporcionar orientación sobre trastornos del sueño y estrategias para mejorar la calidad del descanso.