Contaminación cruzada de alimentos. Es posible que hayas escuchado acerca de este tema y vale la pena abordarlo porque no siempre se tiene claro el concepto correcto, la importancia y el alcance del mismo.
¿Qué es la contaminación cruzada? La contaminación cruzada es lo que sucede cuando las bacterias de un alimento se transfieren a otro alimento, a menudo por medio de utensilios de cocina como las tablas de cortar sin lavar o también por mostradores, así como cuchillos y otras herramientas de cocina, o incluso las manos sin lavar.
La contaminación cruzada es apenas un “principio” que a su vez puede llevar a una intoxicación alimentaria.
Puesto que las bacterias peligrosas son destruidos por la cocción, el riesgo de contaminación cruzada es mayor cuando hablamos de las bacterias de un alimento que necesita ser cocinado contamina uno que no necesita ser cocinado.
Un ejemplo de este tipo de contaminación cruzada es cuando un cocinero fuera a cortar el pollo crudo en una tabla de cortar y, posteriormente, corta los tomates frescos en el mismo tablero, sin lavarlo.
La prevención de la contaminación cruzada requiere de buenos hábitos de seguridad y especialmente de higiene de los alimentos tales como el lavado frecuente de manos, los utensilios, tablas de cortar y superficies de trabajo. En las cocinas profesionales, diferentes tablas de cortar de color se utilizan para los diferentes alimentos, como carne de ave cruda o vegetales frescos, de modo que sea menos probable que ocurra la contaminación cruzada.
Es importante estar atento y tener buenos hábitos; sólo requiere cuidados y no tiene costos elevados u otras dificultades complejas de enfrentar.
Las medidas a tomar son sencillas y muy eficaces:
- Lave muy bien las manos con agua corriente y jabón, cada 10 minutos, mientras dura la manipulación de alimentos. Ponga mucha atención cuando haya tocado carnes blancas crudas. Use jabón líquido, abra y cierre la llave cubriendo la misma con un paño de papel. Séquese las manos con toallas de papel desechables.
- Tenga tablas marcadas y utilícelas solo para el corte de carnes blancas crudas. Después de cada uso, desinféctelas con cloro o vinagre blanco.
- Aunque se ha popularizado el uso de tablas plásticas, son las de madera pura, sin compuestos ni aglomerados, las más seguras para la no proliferación de bacterias —también son las más difíciles de mantener limpias. Es recomendable el uso de las de poliuretano de alta densidad y cambiarlas cada seis meses. Otra manera de alargar su vida es lijarlas una vez al mes. El mejor consejo es tener una para cada tipo de proteína y otra para los vegetales.
- Limpie mesones y topes regularmente con agua jabonosa y unas gotas de cloro o vinagre blanco.
- En su nevera, nunca coloque pollo o cerdo en los niveles superiores, para evitar que goteen sobre los demás alimentos. Reserve su gaveta inferior para descongelar y enfriar carnes blancas crudas.