Lavado de manos en la cocina. Un tema vital, para evitar problemas graves como la contaminación cruzada y al que no siempre adjudicamos la magnitud que posee. ¿Cómo debe hacerse correctamente este procedimiento? Veamos algunos consejos al respecto…
No es suficiente sólo salpicar un poco de agua en sus manos y pasar un paño húmedo por aquí o por allá. Para estar seguros, hay que tomar conciencia de que realmente es necesario y tomarse el tiempo para hacerlo bien.
Hay muchas razones para lavarse las manos:
- Propagación de patógenos – ya sea que provengan de usted o de otras personas o que se pasen de un alimento contaminado a otro (carnes, frutas y verduras, etc.)
- Propagación de químicos.- cualquier producto químico que se halle en sus manos puede ir directamente a los alimentos que está preparando. Esto incluye a los pesticidas, los desinfectantes de manos, los productos de limpieza, las lociones, etc.
- El factor repulsivo – ¿Qué residuos repugnantes tienes en las manos?¿Realmente los quiero en mis alimentos?
Es un procedimiento fácil, que no requiere más que 1 minuto de tiempo y que consta apenas de los siguientes pasos:
- Enjuague las manos bajo el agua más caliente corriendo que puedas soportar, por ejemplo 37 ° C.
- Usa abundante jabón, de preferencia con jabón de un dispensador de jabón, pero si no es posible, una barra de jabón está bien. La clave consiste en generar una buena espuma. Ideal usar un jabón anti-bacteriano.
- Frota por lo menos durante 30 segundos, asegurándose de jabón hasta la muñeca y el antebrazo.
- Puesto que podrías haber cavado tus dedos en la carne molida o amasar la masa, también debes limpiar debajo de las uñas. Mantén cerca un cepillo de uñas para lavarte las manos.
- Enjuaga muy bien, de nuevo, por lo menos 30 segundos, ya que eso es lo que se necesita para enjuagar el jabón por completo.
- Usa una toalla de papel limpia para cerrar el grifo. Tira la toalla de distancia y utiliza una toalla de papel nueva para el siguiente paso.
- Seca tus manos con una toalla de papel limpia, no en un paño de cocina o de otra tela. ¿Por qué? Los paños de cocina cuelgan alrededor de la cocina y están expuestos a todo, constituyéndose en el vehículo ideal para la propagación de bacterias desde las herramientas de cocina o de una superficie a otra.