Consejos para la salud de la piel (Parte 2)

Jesus L. Rodriguez

Pies sanos.

En la nota anterior habíamos comenzado a dar una serie de consejos especiales sobre los pies, una de las partes de nuestro cuerpo que más suelen sufrir, ya que no les prestamos mucha atención. Ya vimos que uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos son los hongos, los cuales pueden ser prevenidos si tomamos las precauciones necesarias. Hoy justamente queremos hablar sobre esto, te damos una serie de consejos especiales, esperamos te sean de gran utilidad.

Lo primero que vamos a recomendarte es que examines regularmente las uñas de tus pies, esto te permitirá detectar cualquier tipo de cambio de color o aparición de rugosidades. Otro aspecto fundamental a la hora de cuidar de nuestros pies es la higiene, lo mejor es que utilices un jabón de pH neutro. Además, es fundamental que seques de forma minuciosa tus pies después del baño.

Por otro lado, debes cortar las uñas evitando salientes que puedan provocar heridas y nunca compartir utensilios de manicura ni de higiene podológica. Durante esta época también debemos cuidar el tipo de calzado que utilizamos, el mismo debe estar cerrado de forma adecuada, que facilite la transpiración de la piel, evitando el exceso de sudoración y humedad. En el caso de las medias, no utilices medias que sean demasiado ajustadas y procurar que sean de fibras naturales, como el algodón o la lana, para favorecer la ventilación.

Para terminar, queremos recomendar evitar abusar de los esmaltes de uñas, ya que al no dejar una transpiración adecuada se convierten en un foco generador de hongos.

Consejos para mantener una piel joven y dinámica

  1. Come bien. Una dieta sana y equilibrada contribuirá a que tu piel luzca radiante y bella. Es fundamental que ingieras todas las vitaminas y minerales requeridas por tu organismo. Una dieta pobre en nutrientes y vitaminas hará que tu piel se vea opaca y envejecida. Consume frutas y verduras.
  2. Bebe mucha agua. El agua es sumamente importante para hidratar la piel. De 6 a 8 vasos diarios es una buena cantidad para mantener nuestra piel elástica, flexible e hidratada.
  3. No fumes. Fumar no solo perjudica a la piel, sino a todo nuestro organismo. El tabaco intoxica el cuerpo, provoca enfermedades importantes, destruye la epidermis no permitiendo que nuestra piel se oxigene y revitalice, causa mala aliento y perjudica el aspecto de los dientes.
  4. Cuida lo que bebes. El alcohol y el café deshidratan la piel y perjudica nuestro organismo.
  5. Duerme bien. Si no duermes bien, tendrás ojeras, la piel aparecerá cansada y sin vida. Lo ideal dormir por lo menos 8 horas diarias.
  6. Vive la vida con alegría. Relájate y diviértete de forma sana.. El estrés y la depresión afectan mucho a tu salud y a tu belleza provocando envejecimiento, creando arrugas. Busca la mejor forma de relajarte y aprende técnicas de relajación, que se adapte a tu personalidad y a tus gustos.
  7. Cuidado con el sol. Exponerte al sol moderadamente puede ser muy beneficioso, pero si te pasas, puede llegar a ser muy perjudicial. Es imprescindible evitar el sol directo y usar un buen protector solar, adecuado a cada una de las partes del cuerpo. El sol produce envejecimiento y en ocasiones manchas en la piel, llegando en casos extremos a provocar cáncer en la piel.
  8. Haz ejercicio. No es necesario machacarse en el gimnasio. Haciendo un ejercicio moderado pero regularmente, ayudamos a mejorar la circulación y renovar nuestra piel, contribuye a reducir el estrés y mejora la calidad de vida. Elige el que más te guste.
  9. Limpia la piel. Elimina el maquillaje y límpiate la piel dos veces al día, por la mañana y por la noche. Límpiate siempre los ojos, antes de ir a dormir.
  10. Hidrata y nutre tu piel. Durante el día la piel está amenazada por la contaminación, los cambios de temperatura, el sol. Por lo tanto los productos que se deben utilizar son mayormente defensivos.
Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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