Cuando queremos bajar de peso podemos tener toda la motivación, pero al cabo de unos días nos empezamos a desmotivar y a pensar que no vamos a lograr bajar ni un kilo. En VivirSalud te mostramos cómo predisponerte positivamente para bajar de peso, con lo que podrás encaminarte correctamente en esa lucha contra los kilitos de más, sin perder de vista la meta.
¿En qué enfocarse para motivarse?
La pérdida de peso exitosa requiere de dieta, ejercicio y una actitud positiva. Lo más importante es la motivación, ya que sin ella no tendrás la fuerza para mantener tu dieta y realizar ejercicio. Tu motivación será mayor si piensas en las siguientes cosas:
Recompensas para la salud
Los beneficios para la salud de la pérdida de peso son, quizás, el mejor incentivo para mantenerse a dieta. Según la Universidad de Maryland Medical Center, la obesidad está vinculada a problemas de salud crónicos, más que los que produce el cigarrillo, el beber en exceso, o la pobreza. Bajar de peso puede ayudar a reducir tu riesgo de problemas relacionados con la obesidad, como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes, ciertos tipos de cáncer, enfermedad de la vesícula, presión arterial alta y colesterol elevado. La pérdida de peso también puede disminuir el riesgo de otros problemas, como alteraciones óseas y articulares que pueden causar dolor y rigidez, apnea del sueño, depresión y mala cicatrización de las heridas.
Metas alcanzables
Si te planteas metas que puedas alcanzar, tendrás mayor probabilidad de perder peso, ya que con pequeños logros te irás motivando nuevamente. Por ejemplo, puedes plantearte perder 2 kilos en 2 semanas, lo que será una meta realista. Piensa que no es fácil bajar de peso de una manera saludable, pero se puede lograr y si lo haces así no subirás de rebote esos kilos, sino que los mantendrás. Si tienes dificultades para bajar el peso que te fijaste, tendrás que replantear tus metas, para evitar la frustración. El cambio de dieta lo debes acompañar con ejercicio diario, que puedes ir intensificando lentamente, sin sobreexigirte.
Registra tus logros
Cambiar tu forma de vida no es fácil, por lo que lo mejor es que hagas un plan y registres tus logros, para que puedas ver los cambios. Por ejemplo, puedes hacer una lista de bocadillos que puedes comer cada día, o escribir las veces que tienes ganas de salirte del plan al día. Así te tomarás más en serio tu esquema para bajar de peso y será más difícil que te salgas de él, ya que tu registro delatará tus caídas.
Incentívate
Si te recompensas por tus logros irás motivándote tu mismo. Por ejemplo, si pudiste caminar 15 minutos extras, o pasaste del postre, regálate un baño relajante o cómprate algo que hayas tenido en mente hace días. Si logras una meta mayor, ameritará una celebración con champán o una tarde de un paseo agradable.
Sin fuerza de voluntad es muy difícil lograr bajar de peso, por lo que automotivarte te permitirá dar la batalla y no dejar la dieta tan fácilmente. ¡Ánimo!