¿Sabías que los primeros cepillos de dientes surgieron en el año 3500 AC, en la época de los egipcios y babilonios? Obviamente, no eran como son ahora sino que utilizaban la punta de una rama para limpiar su dentadura de los restos de comida.
El cepillo de dientes es un elemento imprescindible para el cuidado de la salud bucal para mantener una sonrisa limpia y saludable. Eso sí, tenemos que elegir el cepillo de dientes adecuado.
¿Qué tipo de cepillo de dientes debemos usar? No vamos a recurrir a las ramas de los egipcios. Hoy, en pleno siglo XXI, hay varias cosas para tener en cuenta:
- Su cepillo debe tener el tamaño adecuado para su boca y sus dientes – no debe ser incómodo cepillarse los dientes.
- Su cepillo debe tener cerdas rígidas.
- Debe cambiar de cepillo cada tres meses.
- En cuanto al mango debemos optar por uno que nos resulte fácil de agarrar y manipular y nos permita realizar el cepillado de la manera más precisa posible los hay de mango antideslizante, de cuello flexible y de diseños ergonómicos que nos garantizan una mayor eficiencia en nuestra higiene bucal diaria.
- La cabeza del cepillo debe ser pequeña y con filamentos redondeados en la punta, para facilitarnos un mejor acceso a todas las zonas de nuestra boca. Existen otras características de la cabeza del cepillo que son secundarias, cosas como, que sea plano o con filamentos multinivel y multicolores que nos ayudan a identificar más fácilmente cuando es necesario cambiar el cepillo al perder su color.
- Cepillos específicos como el interdental van muy bien para personas con un mayor espacio de separación entre sus piezas dentales, consiguiendo así eliminar con total seguridad los restos de comida y la placa bacteriana. También hacemos una mención especial al cepillo eléctrico, su uso cada vez mas extendido esta especialmente indicado en caso de personas con empastes, puentes e implantes, y para personas que no son muy hábiles o tienen limitaciones físicas para realizar un correcto cepillado.
No obstante sea cual sea tu elección, recuerda que el cepillo hay que cambiarlo siempre que las cerdas manifiesten desgaste o hayan transcurrido tres meses desde su primer uso.
Cepillos eléctricos
Otra opción disponible son los cepillos eléctricos. La Asociación Dental Americana ha insistido en los siguientes aspectos en relación a su seguridad y eficacia, que se deben tener en cuenta antes de adquirirlos:
- Que su componente eléctrico sea seguro.
- Que no resulte perjudicial para los tejidos duros y blandos de la cavidad bucal.
- Que ofrezca garantía de suficiencia y eficiencia en la limpieza.
- Que informe adecuadamente sobre las posibles complicaciones derivadas de un uso incorrecto del dispositivo.
A pesar de los diversos estudios realizados no se ha encontrado una diferencia significativa entre el cepillo manual y el eléctrico a la hora de eliminar la placa bacteriana. Sin embargo, sí es aconsejable el empleo del cepillo eléctrico en el caso de individuos con poca habilidad en el manejo del cepillo convencional o que no estén motivados.
Aun teniendo en cuenta las características descritas, tal y como afirma el especialista en higiene dental A. Frandsen (1986): “No existe ninguna evidencia científica que nos indique que un tipo de diseño específico de un cepillo de dientes sea significativamente superior a otro en remover la placa bacteriana. […] cualquier diseño de cepillo dental será útil para llevar a cabo una higiene buco-dental adecuada siempre y cuando su manejo sea el conveniente y se esté oportunamente motivado”.