Cómo disfrutar de una Navidad sin excesos

Jesus L. Rodriguez

La Navidad es una época del año muy positiva a nivel emocional puesto que ofrece la posibilidad de que las familias se rencuentren de nuevo, puedan compartir tiempo en común, disfrutar del presente, hablar sobre la vida en común. Pero también, la Navidad no es tan positiva desde un punto de vista alimenticio en tanto que lo más rutinario en el final de año, suele ser comer más de la cuenta, abusar de los dulces, caer en el sedentarismo de estar mucho tiempo sentado en la mesa. La Navidad, es una época fantástica para vivirla de verdad, pero hoy en Centro de Salud, queremos animaros a hacer algunos cambios en las rutinas habituales de la Navidad:

1. Pon un menú especial, disfruta de platos diferentes. Pero no caigas en el error de poner un menú interminable. Recuerda que comer en exceso es perjudicial para una buena digestión. Especialmente, las personas de avanzada edad son quienes tienen que disfrutar de una cena ligera en Nochebuena.

Cómo disfrutar de una Navidad sin excesos

2. Evita comprar dulces como polvorones y turrones porque si no tienes tantas tentaciones en la despensa, entonces, comerás menos y no echarás en falta estos productos que tal vez, tengas la suerte de recibir en la cesta de Navidad.

3. Sal a pasear todos los días, aprovecha para disfrutar de la decoración navideña que decora las calles durante estos días. También puedes aprovechar para hacer los recados que tienes pendientes o hacer visitas a los amigos. Pero evita estar todo el día sentado en casa porque comer de más, y no hacer ejercicio, puede traducirse en kilos de más a principios de año.

4.    Emplea hierbas aromáticas en tus platos, como laurel, romero, salvia, eneldo, hinojo o tomillo. Estimulan los jugos gástricos y ayudan a la digestión.
5.    Come despacio, paladea, disfruta del sabor de los alimentos.
6.    Toma una ración moderada de cada plato y procura no repetir.
7.    Mejor que los postres dulces como el turrón o los polvorones, opta por un postre a base de frutas naturales o un zumo de frutas. La piña es la fruta idónea después de una comida copiosa ya que posee enzimas naturales que facilitan la digestión de las proteínas.
8.    Modera el consumo de vino y cava, y no abuses de las bebidas con gas. Recuerda beber 1 litro y medio mínimo de agua al día.
9.    Tras cada comida, una infusión de anís o de hinojo, aliviarán la sensación de pesadez, aportando ligereza con su efecto antiflatulante.
10.    Mantente activa/o y ocupada/o. Pasar demasiado tiempo en casa, implica estar expuesto a mayor tentación: los productos navideños están a tu alcance. Después de cada comida, guarda los turrones y polvorones en el estante más alto del armario.

No te olvides del ejercicio
En estas fechas estamos especialmente ocupados en comprar, cocinar, estar con la familia y amigos… y solemos dejar de lado los buenos hábitos -¡si es que los teníamos!- de hacer deporte, ir al gimnasio o caminar. Habrá días en los que te faltarán horas y te resultará imposible, pero procura encontrar entre tu apretada agenda navideña media hora al día para practicar deporte o pasear. Lo último que debes hacer es apoltronarte delante de la televisión o continuar la sobremesa frente a una bandeja de turrones y otros dulces navideños.

Resfriados y otras molestias.

 No podemos olvidarnos tampoco de la ‘dolencia estrella’ del invierno, el resfriado, que también está muy presente en Navidad. Si durante los meses de frío tenemos posibilidades de contraer el típico catarro, más riesgo tenemos aún durante las fiestas navideñas, ya que pasamos más tiempo fuera de casa y, en muchas ocasiones, nos olvidamos de abrigarnos adecuadamente. Si a eso le sumamos que nuestro organismo puede estar algo debilitado por la alteración de nuestros hábitos durante las fiestas navideñas (alimentación, cansancio acumulado, tabaco, alcohol, etc.), las probabilidades de resfriarnos aumentan notablemente.
En estos casos, para el tratamiento de gripes y resfriados, el profesional farmacéutico nos recomendará el tratamiento más adecuado en cada caso, por ejemplo, para la fiebre y los dolores, analgésicos; para la tos, antitusígenos; y para la congestión nasal y mucosidad, descongestivos y mucolíticos, respectivamente. Y además, como aconseja García Gutiérrez “se pueden acompañar con alimentos de alto aporte energético y de vitaminas, como los frutos secos, los cítricos, las hortalizas y el pescado azul”.
Para finalizar este reportaje, en estas fechas tan señaladas, queremos desearte unas Felices Fiestas y un Feliz Año Nuevo. Como primera empresa mundial de alimentación, nuestro deseo es poder seguir ofreciéndote una amplia gama de productos saludables y nutricionalmente equilibrados porque en nuestra compañía creemos que el verdadero destino de los alimentos es el de crear un mundo de nutrición, salud y bienestar para todos.
Imagen: Todd and Danna

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