El hábito de correr es uno de los ejercicios que más adeptos va ganando y más beneficios trae. Cuando comienzas a correr podrás notar que hay varios factores que inciden en la capacidad que tengas para correr un buen tramo sin cansarte, como el dormir bien la noche anterior, tener niveles bajos de estrés y la calidad de tu alimentación. Pero existe un factor que a veces no es tenido en cuenta y es fundamental para poder correr exitosamente: la respiración. Hoy en VivirSalud aprenderemos cómo debemos respirar al correr.
Respiración profunda
Cuando respiramos normalmente solemos usar no más de un tercio de nuestra capacidad pulmonar. Aprender a respirar profundamente, de modo tal que los pulmones se expandan al llenarse de aire, presionen el diafragma hacia abajo y expandan el abdomen ayuda a incorporar una mayor cantidad de oxígeno que será vital a la hora de correr. Esto nos evitará sentir mareos y náusea por falta de oxigenación adecuada. Algunos de los pasos que se pueden tomar para incorporar la respiración profunda y aumentar la capacidad pulmonar es entrenar la zona del torso con ejercicios de yoga y pilates que nos permitan respirar desde el diafragma.
Respirar al ritmo de los pasos
Mantener un ritmo respiratorio que se adecúe a la velocidad del correr es un buen modo de mantenerte bien oxigenado. Si corres a un ritmo tranquilo, inhala durante 3 o 4 pasos y exhala en igual cantidad de pasos. Si corres más intensamente, tu ritmo respiratorio será más rápido para ser acorde a la energía utilizada: una inhalación cada dos pasos y una exhalación en igual cantidad de pasos. Ten en cuenta este consejo: si te cuesta hacer coordinar la respiración a tus pasos significa que estás corriendo demasiado rápido. Disminuye la velocidad: el ritmo es fundamental al correr para mantener un nivel óptimo de oxigenación.
Respiración al correr en climas fríos
Si corres en días fríos, en otoño e invierno debes recordar respirar por la nariz. La razón es que el aire frío es seco, y si respiras por boca no sólo ésta se secará sino que la temperatura del aire disminuirá. El aire seco no es amigo de los pulmones: puede provocar tos y dificultad para respirar. En cambio respirar por la nariz entibia el aire frío que ingresa al cuerpo, protegiendo a los pulmones. La nariz filtra impurezas del aire que inhala, y la respiración se torna más profunda y eficiente, lo cual te permitirá correr mejor.
Sigue estos consejos sobre tu respiración y verás cómo te resulta más fácil correr y con cuánto más exito lo realizas.