Cuatro o cinco porciones al día disminuyen los riesgos de sufrir cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre otras.
El consumo de frutas y verduras reduce hasta un 30% la mortalidad, según un estudio. En esta investigación participaron más de 40.000 españoles que fueron seguidos durante siete años.
EPIC es el nombre de un macroestudio europeo que analiza la relación entre elcáncer y la alimentación. En esta iniciativa trabajan varios grupos de investigación de distintos países. Ahora se acaban de conocer los resultados correspondientes a la parte española.
Para vivir más se debe comer al menos tres porciones de frutas a al día y mantener un peso adecuado, según un estudio realizado por la Federación Española de Sociedades de Nutrición y Alimentación y Dietética (Fesnad).
Muchas personas del mundo todavía se preguntan cuál es la clave de la eterna juventud. Según un estudio realizado por la Fesnad y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el secreto sobre eso tan deseado es consumir, al menos, tres porciones de fruta al día y mantenerse en un peso adecuado.
Para poder llegar a cumplir muchos años, otro de los elementos señalados por la asociaciones anteriores es limitar el consumo de alimentos altos en grasas, azúcares y carnes rojas.
En ancianos entre 80 y 104 años, se repite la constante de la ingesta de frutas y la limitación de algunos alimentos. Así lo señala La Encuesta Nacional sobre Estilos de Vida y Longevidad, realizada en España todos los años.
Otro de los aspectos con el cual los ancianos han llegado hasta tal edad, se debe también al alto consumo de vegetales en su cotidianidad. Según la encuesta, estas personas ingieren este tipo de alimentos entre dos tres veces a la semana, acompañado de tres raciones de pescado y mucha actividad física.
En el estudio han participado un total de 41.446 personas de cinco comunidades autónomas: tres del norte (Asturias, Navarra y País Vasco) y dos del sur (Murcia y Andalucía). Todas ellas fueron seguidas durante cerca de siete años para ver cómo influía el consumo de frutas y verduras en su mortalidad.
La conclusión del trabajo es que aquellos individuos que más frutas y verduras tomaban tenían una mortalidad un 30% inferior a la de aquellos que no consumían estos productos. Los investigadores atribuyen esta reducción de la mortalidad a los antioxidantes, vitaminas y licopeno que contienen estos alimentos.
Comer suficiente cantidad de frutas y verduras –al menos 3 piezas de fruta y 2 raciones de verdura al día, podría salvar 1,7 millones de vidas al año en todo el mundo, según ha destacado este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el marco de su Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud.
El consumo actual de frutas y verduras es muy variable en el mundo, oscilando entre 100 gramos al día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 gramos diarios en Europa Occidental.
Sin embargo, la OMS y la FAO recomiendan consumir un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad.
Una revisión internacional sobre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer, coordinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), demuestra que estos alimentos puede reducir el riesgo de cáncer, sobre todo gastrointestinales.
El CIIC calcula que la fracción prevenible de cánceres por una ingesta insuficiente de frutas y verduras oscila en todo el mundo entre el 5 y el 12 por ciento y entre el 20 y el 30 por ciento, en el caso de los cánceres gastrointestinales.
Las dietas sin frutas ni verduras son «uno de los 10 factores de riesgo de mortalidad a escala mundial». Consumir poco estos alimentos causa el 19 por ciento de los cánceres gastrointestinales que se diagnostican en el mundo, el 31 por ciento de las cardiopatías isquémicas y del 11 por ciento de los accidentes cerebrovasculares.
La Estrategia mundial OMS sobre régimen alimentario, actividad física y salud hace hincapié en el aumento del consumo de frutas y verduras como una de las recomendaciones a tener en cuenta al elaborar las políticas y directrices dietéticas nacionales.