El mal aliento es un problema que nos resulta embarazoso, es vergonzoso darse cuenta que uno tiene mal aliento. Incluso cuando se tiene cualquier otro olor corporal sentimos pudor y hasta puede llevarnos a recluirnos de toda interacción social.
Para combatir el mal aliento tenemos que saber que muchísimas personas han padecido y padecen de halitosis o mal aliento y en la mayoría de los casos la causa es por la descomposición de proteínas y por la acción de bacterias en algún lugar de la boca.
Por esto es importante cuidar la salud oral, no solamente cepillando los dientes y la limpieza con hilo dental, sino que hay que mantener la lengua limpia y sana para eliminar posibles bacterias, podemos hacer enjuagues bucales con remedios caseros elaborados con menta o albahaca. También existen muchos enjuagues bucales muy buenos que podemos adquirir en farmacias.
¿Cuáles son las causas del mal aliento?
Muchas veces el mal aliento no se diagnostica correctamente atribuyéndolo injustamente a una enfermedad del estómago, a una pulmonía o una sinusitis. Hoy en día la ciencia médica ha comprobado que el mal aliento se origina en un 90 por ciento de los casos en la boca y no en el aparato digestivo, los senos nasales o los pulmones.
Está también demostrado que la verdadera causa del mal aliento se debe a compuestos sulfurosos producidos por bacterias anaerobias que viven en la superficie de la lengua y la garganta. Este grupo de bacterias sobrevive y prolifera en un ambiente oral carente de oxígeno. Por ello estas bacterias se sitúan en zonas de la cavidad oral donde el oxígeno llega difícilmente como la encía que hay entre los dientes, la parte trasera de la lengua y la faringe, entre los dientes, las bolsas periodontales y otros sitios difíciles de limpiar.
En determinadas circunstancias estas bacterias inician una descomposición rápida de proteínas, lo que se traduce en una mayor producción de aminoácidos que a su vez liberan sustancias sulfúricas olorosas. A estas sustancias problemáticas se les llama «compuestos sulfúricos volátiles» que se evaporan y pulverizan rápidamente, llegando fácilmente a otras personas en forma de un aliento desagradable.
Por razones que todavía se desconocen algunas personas tienen más bacterias que otras. Existen varias teorías al respecto: cambios hormonales, toma de medicamentos, muchas veces antibióticos que producen un desequilibrio en las bacterias orales, o predisposición genética.
Algunos alimentos como el ajo, las comidas picantes o muy fuertes pueden liberar olor a través de los pulmones una vez ingeridos. Pero es importante saber que el mal aliento o halitosis, no proviene del estómago, los únicos olores provenientes del estómago que podemos exhalar a través de la boca son aquellos que sentimos cuando eructamos.
La halitosis o el mal aliento no debe confundirse con los olores que vienen de los alimentos que consumimos y en cuestión de olores, debemos decir que el sentido del olfato en los humanos tiene la capacidad de adaptarse y acostumbrarse, por lo que en la mayoría de los casos, las personas conhalitosis no son conscientes de su mal aliento.
La mejor herramienta para combatir el mal aliento es la saliva. Si la boca esta seca, a menudo tiende a ser más vulnerable a problemas de halitosis. Es por eso que generalmente sentimos que tenemos mal aliento por las mañanas al despertar, porque durante el sueño la boca disminuye notablemente la producción de saliva. Un chicle sin azúcar puede ser de ayuda, o activar la producción de saliva mediante cualquier otro método para limpiar la zona bucal con saliva.