Actualmente todo lo relacionado con las terapias alternativas y lo que es oriental instantáneamente causa sensación en occidente, muchas veces esto se debe más a la “moda” que a los beneficios mismos que estas disciplinas tienen la capacidad de brindar.
Sin embargo este no es el caso del denominado Té Yóguico, una infusión a base a especias y con altas propiedades energizantes que se ha consumido en la India desde hace más de 5000 años, siendo introducido en Estados Unidos a mediados del siglo XX por Yogi Bhajan.
A partir de este momento la sabrosa preparación comenzó a difundirse por todo el país, posibilitando que hoy en día se pueda encontrar hasta en casas de té dedicas exclusivamente a servir estas infusiones y sus variantes.
Beneficios del té yóguico
Pero pese a que estas infusiones milenarias son muy consumidas en la actualidad, pocas son las personas que realmente las toman por sus propiedades curativas, siendo más apreciadas por su rico sabor y el hecho de ser libre de cafeína.
Sin embargo además de ello, el té yóguico funciona como un energizante y estimulante del estado de ánimo y el cuerpo (con el jengibre), sirviendo para diversos problemas de la salud, como en el caso de los huesos (canela), la circulación sanguínea, el colon, para mejorar la digestión (cardamomo y pimienta negra), para fortalecer el sistema inmunológico y crear una sensación de bienestar generalizada.
Cómo preparar té yóguico
Seguramente podrás encontrar muchas recetas para preparar té yóguico, pero descontado pequeñas alteraciones, los ingredientes principales suelen ser siempre los mismos. En este caso prepararás un té yóguico muy potente y preparado mediante un proceso que buscará extraer al máximo sus propiedades curativas, de ahí que conlleve algunas horas su tiempo de cocción.
Ingredientes:
2 litros de agua
15 clavos de olor enteros
20 granos de pimienta negra
3 cortezas de canela
20 vainas cardamomo
8 rebanadas de jengibre fresco
1/2 cucharadita de té negro
miel y leche (opcional)
Preparación:
Comienza colocando el agua al fuego, y cuando esté a punto de hervir coloca los clavos de olor y continúa hirviendo durante un minuto más.
Ahora añade la pimienta, el cardamomo, el jengibre y la canela, dejando que se cuezan durante una media hora.
Una vez pasado ese tiempo, reduce el fuego al mínimo y deja que el té se siga cocinando durante un par de horas más.
Cuando notes que las especias han liberado gran parte de sus esencias, puedes retirar el preparado del fuego y añadir el té negro.
Remueve un poco y déjalo enfriar.
Ahora solo te falta filtrarlo bien, y tendrás tu té yóguico listo para reservar.
Al momento de servir solo debes calentarlo un poco, endulzarlo con miel y acompañarlo con leche si deseas.
Muchas variedades de té yóguico pueden adquirirse comercialmente, especialmente los de la línea Yogi Tea, pero realizándolo uno mismo siempre resultará más natural y mucho más económico. ¡Pruébalo!