Anteriormente vimos una primera parte sobre el tajine, en la que te contaba qué es y cómo prepararlo para su primer uso. Vamos a continuar conociendo un poquito más a este famoso utensilio de la cocina árabe, en esta ocasión veremos el tipo de fuente de calor que podemos usar con él y algunas precauciones a tener en cuenta.
¿Se puede usar en todo tipo de fuente de calor?
Lo tradicional es utilizarlo sobre brasas de carbón, pero eso no le impide ser utilizado en vitrocerámicas, cocinas de inducción, de gas, etc. Existen difusores metálicos e incluso podréis encontrar tajines con base metálica, pero tampoco es algo imprescindible si tenéis cuidado y utilizáis la temperatura adecuada. Esto os lo digo por experiencia, he utilizado tajines en vitrocerámica y en cocina de gas sin ningún tipo de problema y sin difusores ni nada por el estilo, si echáis un vistazo a las recetas podréis comprobarlo. También se puede utilizar en horno.
Precauciones de uso
Como os dije en el artículo anterior, no se debe someter a cambios bruscos de temperatura porque entonces se podría agrietar. A la hora de pasarlo a la mesa coloca un protector y evita ponerlo caliente sobre la encimera (de mármol, granito, etc) o meterlo en agua fría.
No olvides que el barro se comporta como una esponja, por eso se debe limpiar con agua y un poco de jabón, enjuagándolo de inmediato. Evita dejar el tajine en remojo a no ser que sea con agua solamente, de lo contrario podrías encontrar sabor a jabón en tus próximas preparaciones.
Y, por último, recuerda que el tajine mantiene el calor durante mucho tiempo incluso después de retirarlo del fuego, por eso deberás tener cuidado a la hora de cogerlo para llevarlo a otra parte o a la hora de comer, ¡Que te quemas!.
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