El durazno es en la actualidad una de las frutas mas consumidas alrededor de todo el mundo, y posee un agradable sabor por lo que se usa para elaborar postres y dulces. Como todas las frutas, es un alimento muy saludable y podemos aprovechar los beneficios del durazno para la salud consumiéndolo crudo y fresco en cualquier momento del día.
El durazno aporta muchos nutrientes al organismo, se destaca por su aporte de vitaminas A, B, C, potasio, sodio, fósforo y carotenoides. Es una fruta recomendada para incluir en dietas para adelgazar gracias a su bajo contenido de calorías. Otras ventajas para adelgazar del durazno son que tiene aproximadamente un 88 % de agua y es de fácil digestión.
Además favorece la secreción de jugos digestivos, tiene un efecto laxante y diurético y contribuye a la limpieza de los riñones y la vesícula biliar. Estas propiedades del durazno se pierden cuando son cocinados o si consumimos duraznos enlatados.
Este popular fruto se consume en todo el mundo, principalmente al natural, aunque es muy común que se comercialice en almíbar o preparado como mermelada; también se incluye en la elaboración de ensaladas, gelatinas, tartas y pasteles, además de que es muy popular a través de la receta conocida como durazno o melocotón Melba, que consiste en bañar un par de mitades de este fruto con helado de vainilla, almendras y crema o licor de frambuesas.
Además de ser rico manjar, el durazno es para los chinos y otros pueblos símbolo de larga vida e inmortalidad, y por ello no es raro encontrar su imagen en pinturas de esta región del planeta o formando parte del decorado de muchas porcelanas. No es para menos, ya que además de sus llamativas cualidades se trata de un alimento que realmente nutre a nuestro organismo.
Por un lado, es un fruto rico en hierro, magnesio, potasio, fósforo y zinc, así como vitaminas A (sobre todo en la cáscara), C, B1, B2 y B3, por lo que, sin ser sustituto de una dieta equilibrada, se recomienda su consumo en estados anémicos e inapetentes.
Además, el contenido de calcio de los duraznos deshidratados (los famosos «orejones») es bastante alto, y por ello se suele aconsejar que lo consuman las personas que desean incrementar o mantener estables los niveles de este mineral, como mujeres en el climaterio (menopausia) con el fin de prevenir el deterioro de su sistema óseo.
En cuanto a la distribución de otros nutrientes, podemos decir que por cada 100 gramos encontramos aproximadamente 0.6% de proteínas, 0.10% de grasas, 9% de hidratos de carbono y 1.5% de fibra, de modo que un durazno mediano, a pesar de su sabor dulce, no contiene más de 60 calorías, hecho que lo convierte en un postre ideal para personas sujetas a una dieta baja en calorías.
Los especialistas en medicina natural comentan que este aromático fruto posee propiedades diuréticas y laxantes, así que aconsejan consumir su pulpa a personas que necesitan activar su función de riñones (renal) o intestinos, o simplemente a quienes desean depurar su organismo y eliminar toxinas.
Cabe mencionar que aunque toda la fruta es aprovechable, hay personas que deben retirarle la cáscara, ya que puede hacer más lenta la digestión, aunque con esta acción pierden considerable cantidad de vitamina A. Además, no es recomendable saborear el hueso o pepita por largo tiempo, mucho menos masticarlo, ya que contiene ácido cianhídrico, sustancia venenosa que intoxica al organismo y le llega a causar grandes molestias, como dolores de estómago y cabeza o vómito.
Es bueno ingerir durazno durante el embarazo, porque son un laxante suave.
Finalmente, es útil saber que gracias al color del durazno podemos saber si está maduro, por ejemplo, si la última zona de la piel que luce verde toma un tono amarillo es señal de que el fruto está listo para su consumo. Además de lo anterior, cerciórese de que su olor sea suave, aromático y fresco.