Las culturas orientales, especialmente China y Japón, han hecho grandes aportes a la medicina, solo que mientras muchos de estos tratamientos o medicamentos llevan milenios de uso en sus lugares de origen, en Occidente apenas se están difundiendo e investigando, como en el caso de la kombucha, un té fermentado de origen chino al que se le otorgan importantes virtudes para combatir el cáncer.
¿Qué es la Kombucha?
Se le denomina kombucha a una bebida medicinal que consiste en té azucarado y fermentado con unas determinadas especies de hongos y bacterias.
Al comenzar a actuar en la infusión, estos hongos y bacterias, generan contenidos en fructosa, glucosa, gas carbónico, alcohol etílico y ácido acético que se congregan en la superficie del té en forma de una masa gelatinosa de tonos cremas y castaños, y que le confieren importantes propiedades antibióticas a la bebida.
Beneficios de la kombucha
Tradicionalmente la kombucha se ha utilizado para desintoxicar el organismo y fortalecer el sistema inmunológico, pero cada vez más se difunden sus propiedades para prevenir el cáncer, habiéndose constatado el uso de esta bebida por muchas celebridades para combatir esta enfermedad.
Pero además de esto, la kombucha es buena para tratar la artritis, debido al fortalecimiento que produce sobre los cartílagos, mejorar la digestión y tratar todo tipo de problemas gastrointestinales; alivia las migrañas, estimula el metabolismo, sirve para tratar cálculos renales y úlceras, beneficia la visión, reduce el riesgo de arteriosclerosis y fomenta la regeneración celular; puede utilizarse también para tratar todo tipo de enfermedades degenerativas y constituye un alimento muy beneficioso para la salud del cabello.
Información nutricional de la kombucha
Uno de los principales beneficios nutricionales de la kombucha viene de mano de su gran contenido en ácidos orgánicos, empezando por el ácido glucuronico, que aporta importantes propiedades desintoxicantes al organismo, pero también están presente los ácidos lácticos, que pueden prevenir el cáncer y mejorar la circulación sanguínea; los ácidos acéticos y úsnicos, dos buenos antibióticos naturales; ácido oxálico que estimula la producción energética; el ácido málico para las desintoxicaciones hepáticas; y ácido glucónico.
Pero además, y dependiendo de la variedad de té que se utilice para su preparación, puede contener vitamina C, B y D, polifenoles, proteasa, amilasa y antibióticos naturales.
Cómo preparar la kombucha
Y esto es lo mejor de todo, pues una vez que cuentes con los microorganismos de kombucha, solo debes preparar té negro con azúcar y sumergir la lámina de kombucha en la infusión. Luego tapas el recipiente y lo dejas fermentar durante 7 u 8 días, tras los cuales tendrás tu kombucha lista para beber fría.
Precauciones
Pero no obstante haberse constatado el efecto beneficioso de esta bebida en muchos casos, también es cierto que su comercialización ha sido prohibida en muchos países alegando que su gran poder antibiótico podría causar intoxicaciones y volver al organismo insensible a los antibióticos, por lo que antes de su consumo es mejor que consultes a un médico o nutricionista para prevenir cualquier efecto nocivo.