La dieta de Atkins lleva ya muchos años entre nosotros y no ha perdido vigencia en la actualidad, pues es una de las dietas más populares, que efectivamente permiten bajar de peso de forma rápida, pero que muchos no conocemos en profundidad acerca de sus efectos en el organismo. Por eso, realizaremos un análisis de dietas milagro que tendrá como protagonista la dieta de Atkins.
¿En qué consiste la dieta de Atkins?
La dieta de Atkins tiene por objetivo movilizar grasas corporales a partir de la inducción de cetosis, es decir, mediante la restricción severa de hidratos en la dieta, se vacían las reservas de glucógeno y por alrededor de 14 días, no se ofrecen más de 60 gramos diarios de hidratos, por eso, las grasas se usan como fuente de energía para formar cuerpos cetónicos.
Pasada esta primera fase de inducción en donde los hidratos son muy pocos, se incluyen de forma progresiva, alimentos con hidratos, pero no se permite la inclusión de pan, pasta o azúcar. Por el contrario, se permite comer libremente carnes en general, huevos, quesos, aceites, y otras fuentes concentradas de proteínas y grasas.
¿Por qué permite bajar de peso?
Con alta concentración de cuerpos cetónicos en sangre nosotros no sentimos hambre, pues se inhibe el apetito. Además, con la alta ingesta proteica también se favorece la saciedad, por lo tanto, aunque la cantidad no está limitada, los individuos que se someten a la dieta de Atkins no sienten hambre y por ello, comen menos.
Además, al no proveer hidratos, el cuerpo no tiene más alternativa que producir cuerpos cetónicos para alimentar el cerebro, y para ello, utiliza grasas corporales y el mínimo de hidratos que se consumen, también se usa por el organismo rápidamente.
Errores de la dieta
Las calorías provistas por hidratos son inferiores al 20%, cuando en realidad, se recomienda entre 50-60% del valor energético total. Y las calorías aportadas por grasas pueden alcanzar el 45% cuando no se aconseja superar el 30%. Por supuesto, la ingesta de proteínas también es superior a la recomendación y con esto, queda más que demostrado que no se trata de una dieta equilibrada.
Por otro lado, la dieta utiliza la cetosis para consumir grasas, y el organismo usa cuerpos cetónicos cuando no hay más alternativa, pero no es normal usar estas sustancias como fuente de energía.
Además de someter al cuerpo a este estado alternativo, la dieta no es aconsejada si padecemos dislipemias o problemas renales, pues la alta ingesta de grasas puede alterar el colesterol y triglicéridos en sangre, así como también, el consumo proteico es muy elevado.
Asimismo, erradicar alimentos tan populares como la pasta, el pan o el arroz, es muestra clara de que la dieta no la sostendremos por mucho tiempo, no nos enseña a comer sino que nos permite bajar de peso en determinado tiempo, pero cuando acabamos la dieta, podemos sufrir un grave efecto rebote porque no sabemos como enfrentar aquellas alimentos que fueron prohibidos.
Por último, los cuerpos cetónicos pueden causar síntomas gastrointestinales, tales como náuseas y vómitos, si alcanzan concentraciones muy altas en sangre. Por eso, no se puede sostenerse por mucho tiempo si queremos cuidar de la salud.