Cuántas veces hemos llenado hasta el tope el carrito de supermercado con las compras para toda la semana, y cuando sacamos todos los productos de sus bolsas, los que no van para la alacena, van directo al refrigerador.
Pero ¿realmente piensas que los alimentos congelados son iguales a los alimentos frescos? No quiero ser alarmista, pero déjame decirte que no, no lo son. Por ello hoy, en VivirSalud, te comentaré un poco más sobre la conveniencia de consumir alimentos frescos o congelados. Presta atención.
¿Fresco o congelado?
Los siguientes datos que te brindaré fueron recabados de una investigación emprendida por el doctor Andrew Rochford, con el único objetivo de comparar la calidad de los alimentos fresco frente a su equivalente en estado congelado.
Para ello, se comenzó adquiriendo vegetales frescos en un mercado tradicional, a la par que se adquiría carne y otros vegetales congelados en el supermercado.
Cuando estuvo lista la materia prima para esta investigación, se recurrió a los equipos de la Universidad de Western Sydney para que se analizara el valor nutritivo de cada alimento, y así poder compararlos en ambas condiciones.
De esta forma, se midieron los niveles de potasio, vitamina C y calcio en la verduras, y los niveles de hierro, proteínas y magnesio en la carne.
¿Qué resultados se obtuvieron?
Más sorpresas de las que se esperaban. En primer lugar, los vegetales frescos y congelados no presentaron mayores diferencias en su contenido nutricional básico, destacándose los vegetales frescos por una pequeña superioridad en su contenido de potasio y calcio.
Pero en cuanto a la vitamina C sí que hubo diferencia, aunque sorprendentemente a favor de los vegetales congelados, que llegaron a mostrar el doble de estos nutrientes que en el caso de las verduras frescas.
En cuanto a la carne, sólo se observaron mayores niveles de hierro en la carne congelada de cortes con más de 12 meses de edad. Pero, en este caso, es conveniente consumir carne fresca, o cortes congelados menores al año de envasados.
Recomendaciones para consumir alimentos frescos o congelados
En el caso de las verduras y frutas, ni bien se cosechan comienzan a perder nutrientes. Lo mejor es consumirlas lo más frescas posibles, ya sea a través de alimentos que podamos cosechar nosotros mismos, o a partir de los productos comercializados en los mercados agrícolas.
En caso de no poder hacer esto, es conveniente refrigerar los alimentos, pues la simple exposición al sol o al aire permite que la fuga de nutrientes se intensifique.
La carne también es más saludable mientras más fresca esté, además de que su sabor va a ser mucho mejor, pero en este caso se manejan tiempos mayores que con los vegetales.
Para que tengas una mejor idea sobre los plazos recomendables para almacenar alimentos, aquí te brindamos unos datos que pueden orientarte:
Carne ovina: 1 año.
Carne de pollo: 6 meses.
Carne de cerdo: 6 meses.
Mariscos: 3 meses.
Hortalizas: 6 meses.
Teniendo en cuenta la información que te brindamos, asegúrate de consumir alimentos frescos o congelados sin que sobrepasen el tiempo indicado. Recuerda que los vegetales a temperatura ambiente pierden nutrientes, por lo que evita exponerlos demasiado.
Si bien para algunos los alimentos congelados tienen mala fama, si sigues estos consejos, le estarás brindando una alimentación saludable a tu familia con el máximo de beneficios posibles.