Congelar todo tipo de alimentos es una práctica más que difundida y útil, lo que sucede a veces es que no siempre sabemos cuál es la técnica más adecuada o conveniente para determinado alimento. Tal el caso que nos ocupa hoy.
Los limones son conocidos para ayudar a la digestión y también hacen que la comida tenga mejor sabor. Por otra parte, es bien conocido que las rodajas de limón conservadas en agua y bicarbonato son capaces de dar a la bebida un impulso fuerte y picante. Para tener rodajas de limón siempre listas cada vez que sea necesario es buena idea pensar en congelar.
Pasos para congelar limones
1. Cortar los dos extremos del limón y luego corta el limón por la mitad a lo largo.
2. Cortar en rodajas ambas mitades de anchura deseada.
3. Distribuye las rebanadas en la tabla de cortar.
4. Coloca la tabla de cortar con las rodajas de limón en el congelador, es decir extendidas y sin montar una encima de otras.
Tiempo de espera
Después de aproximadamente cuatro horas (o hasta que las rebanadas se congelan y quedan en estado sólido), quitar la tabla de corte del congelador. Recoge las rebanadas congeladas en un recipiente y vuelve colocarlas rápidamente en el congelador. Las rodajas de limón ya están listas para tu próxima copa helada.