Alimentación para niños en verano. Ante todo es indispensable mantener los buenos hábitos y la rutina alimenticia que se ha seguido durante el invierno: realizar cinco comidas diarias, ejercicio físico y especialmente mucha agua en este tiempo, aspectos que serán fundamentales para que los pequeños puedan disfrutar del verano adecuadamente.
La dieta debe ser sana y variada, con abundante frutas y verduras y respetando los mismos horarios que en el invierno, sin olvidar la práctica de ejercicio físico diario . Es importante que no piquen entre horas, manteniendo las tres comidas principales y dos más ligeras; no hay que olvidar el desayuno que debe de ser nutritivo y estar compuesto por fruta o zumo,cereales y un lácteo y en las meriendas las frutas, frutos secos, zumos o lácteos, evitando los bocadillos y la bollería industrial.
Se debe de aumentar el consumo de alimentos frescos, como las frutas de verano y verduras en forma de menestras, gazpachos y ensaladas, evitando comidas muy calientes y copiosas, sin olvidar las legumbres, que pueden ser preparadas en ensaladas.
Debes de aumentar el consumo de líquidos, especialmente agua, aunque también son aconsejables los zumos y evita las bebidas carbonatadas y azucaradas, sólo aportan calorías vacías y quitan el hambre.
Es importante seguir manteniendo el ritmo de actividad física, ya que es una parte fundamental de un estilo de vida saludable y el verano es propicio para ir a la playa , practicar natación o andar en bicicleta, que ayudarán a fortalecer sus músculos y a abrir el apetito.
– Sandía: También es muy refrescante por su alto contenido en agua, 95%. Su sabor dulce es muy atractivo también para los más pequeños. Como el melón podemos cortarla en pequeñas rodajas o a tacos pequeños para transportarla. Es ideal para postres, para tentempiés o para picar entre horas.
– Melocotón: Es muy refrescante, tiene gran contenido en agua. El melocotón es dulce, pero tiene una pizca de acidez, con lo que su sabor es distinto para los niños. Hay varios tipos de melocotones, los de agua y los de viña. Tendremos cuidado con la piel, pues puede producir alergias, debemos pelarlo y lavarnos las manos cuando lo ofrezcamos a bebés pequeños.
– Cerezas: Son ricas en vitamina A, B y C. Su sabor es ácido y muy peculiar, para ofrecerla a los bebés tendremos que deshuesarla y trocearla, al ser pequeñas los bebés más pequeños tardarán en comerla por sí solos, pero podemos darles trocitos pequeños nosotros, mientras ellos comen melón o sandía solitos. Las cerezas son ideales para llevar como merienda o tentempiés a la playa o piscina, bien lavadas en un recipiente cerrado.
Verduras y hortalizas
– Tomates, cebolla y pepino: Para preparar un buen gazpacho fresquito. O comerlo solo, el pepino cortado de forma alargada es ideal para niños pequeños, ayuda en la dentición, pues les refresca y les calma. El tomate se puede dar al vapor, pero dejándolo enfriar, o natural, podemos quitarle la piel si el bebé es pequeño.
– Crema de calabacín, berenjenas o calabaza acompañada de patatas: Frías o templadas, es ideal para primer plato, nutritivo y rápido de elaborar.
Lácteos
– Yogures: Natural o de sabores, fresquito es ideal como merienda o postre, aunque no debe ser la costumbre, el yogur es complementario a la fruta. Podemos batir un yogur natural con melón, o meter trocitos de melocotón dentro.
– Batidos, helados y sorbetes: De elaboración casera, son un alimento genial en verano para los niños. Podemos hacer batido de fresas, de cereza, de naranja, etc. Los helados casero son una gran alternativa mucho más nutritivos y sin tantas calorías vacías. Y sorbetes, de manzana, de limón, de naranja, hay infinidad de frutas que podemos convertir en un delicioso sorbete.
Los helados caseros también son recomendables para los niños
– Leche: La ingesta de leche puede aumentar en bebés lactantes, pues hace más calor y demandan más pecho o leche de fórmula. Igualmente en niños que también comen otros alimentos es probable que demanden más leche, la del pecho sale a temperatura natural, pero si ya son mayores y la toman de vaca es mucho más rica fresquita de la nevera, y mucho mejor sin azúcar ni cacao. Más nutritiva y menos calórica.