¡Ejercita tu memoria!

Jesus L. Rodriguez

¡Ejercita tu memoria!

El cerebro pierde sus células de forma progresiva a partir de los veinte años, por lo que la gimnasia cerebral es vital para mantener la mente despierta con el paso de la edad.

Aquí les vamos a ofrecer un par de ejercicios para ejercitar su memoria.

Ejercicio 1

Objetivo: Lograr una mayor retención al leer algún texto.

1. Relájate y respira profundamente
Es importante comenzar relajando el cuerpo y tomando un par de respiraciones profundas. Como se menciona en el artículo El Arte de la Respiración, esto incrementará tu claridad mental. Con más oxígeno, tus neuronas funcionarán mejor, lo que resulta en mayor energía y receptividad para aprender. Tu cerebro entrará en un estado de ondas alfa, facilitando un aprendizaje más efectivo y mejorando la memoria.

2. Envía una afirmación a tu cerebro
Repite frases motivacionales como «Me concentro», «Aprendo rápidamente» o «Mi mente retiene lo que leo». Crea tu propia afirmación que dirija tu mente hacia el enfoque deseado y acompáñala con una respiración profunda.

3. Comienza la lectura con una preparación mental
Una vez que estés preparado, inicia la lectura. Esto te permitirá entender el contenido con ambos hemisferios del cerebro: uno para procesar la lógica y el otro para interpretarlo y sentirlo.

Esta técnica de Programación Neurolingüística (PNL) es una herramienta valiosa. Aunque parezca sencilla, se recomienda practicarla dos o tres veces para notar mejoras. Con el tiempo, tu mente se entrenará para que puedas aplicar esta técnica con facilidad. Aprender a dirigir tu mente es fundamental, ya que el cerebro es el músculo más importante de tu ser, siempre listo para aprender y filtrar información.

Ejercicio 2

Objetivo: Aprender nombres de personas que acabas de conocer.

a) Cuando te digan el nombre, pide que te lo repitan y repítelo tú. Respira profundo. En este ejemplo lo recuerdas auditivamente.

b) Cuando te digan el nombre, escríbelo en la frente de la persona con letras grandes y pídele a tu mente que lo grabe. Respira profundo. En este ejemplo lo recuerdas visualmente.

c) Asocia los nombres con algo en tu vida. Por ejemplo María Teresa, lo asocio con mi maestra de primaria; Luis Jorge, lo asocio con mi vecino Luis y con mi tío Jorge y los visualizo platicando juntos. Respira profundo. En este ejemplo lo recuerdas por asociación y visualización.

Los niños tienen la capacidad de aprender muchísimo a corto plazo, pero los adultos tienen la posibilidad de elegir qué desean recordar. Simplemente hay que mandar la orden neurolingüística adecuada.

Ejercicios de memoria

La gimnasia mental consta de unos ejercicios sencillos pero útiles. Hay que tener en cuenta que el cerebro necesita un estímulo para ofrecer un buen rendimiento, y si no se ejercita se reduce la capacidad de pensar y recordar. Por lo tanto, hay que retar constantemente a nuestro cerebro para así evitar la comodidad:

Aprovechar nuestros hábitos:

existen algunas rutinas en nuestra vida diaria como memorizar la lista de la compra, hacer crucigramas, resolver acertijos o juegos de lógica, e intentar recordar detalles de días pasados (qué comimos el día anterior, la ropa que llevábamos, etc.) que nos pueden servir para mantener en forma nuestro cerebro.

Lectura:

leer implica una gran concentración por la cual se ejercita el cerebro. Pero también el explicar a otra persona una historia que se ha leído, o memorizar un texto y recitarlo en voz alta, son buenas alternativas para estimular la memoria.

Haz las tareas difíciles:

no pidas a nadie que te ayude a montar un mueble o a arreglar un desperfecto que tú puedas solucionar. Todas las tareas que implican dificultad requieren mucha atención y un gran trabajo cerebral.

Aprender idiomas:

aprender un nuevo idioma siempre supone un gran reto para el cerebro, ya que supone un esfuerzo constante para memorizar y traducir palabras, las estructuras y las expresiones de otra lengua.

Mantén tu físico en buena forma:

el ejercicio físico libera endorfinas, unas sustancias ideales para rebajar el estrés, el cual es muy perjudicial para la memoria porque provoca el efecto de bloqueo mental.

Es importante dedicar el mínimo tiempo a actividades pasivas como ver la televisión o sentarse frente al ordenador. Acomodarse es perjudicial para la actividad mental, ya que el cerebro no se ejercita. Lo imprescindible es retarlo de forma constante.

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