El cerebro es el órgano que dirige todas las funciones del cuerpo humano, por lo que al protegerlo estamos cuidando la salud de todos los demás.
Ningún otro cumple funciones tan complejas ni está tan salvaguardado dentro del cuerpo, siendo a la vez el que más amenazado está en los tiempos corrientes. Entre las amenazas más frecuentes están las infecciones, la mala alimentación, la contaminación ambiental y las toxinas, las drogas, el estrés.
Por eso, debemos estar atentos a cuáles son sus necesidades fundamentales y preocuparnos por satisfacerlas permanentemente, a fin de tener una existencia saludable y sin complicaciones.
Por eso, debemos estar atentos a cuáles son sus necesidades fundamentales y preocuparnos por satisfacerlas permanentemente, a fin de tener una existencia saludable y sin complicaciones.
En primer lugar, el oxígeno y la glucosa son sus necesidades básicas, pues sin ellas el cerebro sencillamente no funciona. Para seguir, la buena hidratación, el reposo regular, el ejercicio físico y disfrutar del aire puro, entre otros hábitos saludables, promueven su buen funcionamiento.
Estando perfectamente protegido dentro de la cabeza, el cerebro debe ser cuidado de cualquier agresión. También deben tenerse presentes las radiaciones electromagnéticas, que pueden ser agentes físicos perjudiciales.
El alcohol, drogas y algunas plantas neurotóxicas pueden deteriorar el funcionamiento cerebral, en tanto las moléculas agresivas denominadas radicales libres afectan las neuronas y provocan enfermedades degenerativas como el mal de Alzheimer.
Por suerte existen antioxidantes que pueden ser consumidos para combatir los radicales libres.
Por otra parte, los alimentos tienen una influencia fundamental en el funcionamiento del órgano vital. Algunos tienen un efecto neuroprotector comprobado, y su uso regular mantiene las neuronas en buen estado.
Claves para proteger tu memoria
- El pescado azul, bueno para tu cerebro. Contiene fósforo y ácidos grasos omega 3, sustancias fundamentales para el buen funcionamiento del cerebro y las neuronas.
- Frutas y verduras, que no falten en tus menús. Su riqueza en antioxidantes ayuda a que el cerebro se mantenga joven por más tiempo. Además algunas, como las de la familia de la col, son ricas en fósforo. Apostar por la dieta mediterránea es, pues, una estupenda manera de cuidar tu memoria.
- Ejercita cuerpo y mente. Para que tu cerebro no se oxide es básico entrenarlo con actividades de concentración y agilidad mental, como una partida de cartas, hacer pasatiempos o leer. Pero no solo el ejercicio mental ayuda, también el físico: se ha demostrado que andar 40 minutos, tres días a la semana, es una estupenda herramienta para preservar la memoria.
- Duerme lo suficiente. No escatimes horas a tu tiempo de sueño porque, si lo haces, puedes estar dañando tu cerebro poco a poco. Parece ser que un correcto descanso reduce los niveles de una hormona (beta amiloidea) vinculada con el desarrollo del Alzheimer. Ya lo sabes, intenta dormir las ocho horas al día recomendadas.