Llega el verano, una época muy positiva para el descanso. Durante los meses de verano, la playa se convierte en el escenario ideal para pasar unos días de relax. El sol también es un estímulo de vida y de fuerza.
Sin embargo, conviene recordar que es positivo tomar el sol con mucha prudencia y con moderación para evitar los efectos negativos del exceso de exposición al sol. Todavía no hemos estrenado una de las estaciones más bonitas del año y conviene recordar a modo de salud que la piel tiene memoria.
Por ello, además de utilizar la crema adecuada para tomar el sol también puedes protegerte con el uso de una sombrilla. Este instrumento tan similar a un paraguas nos recuerda a los días de lluvia. Según un estudio que ha sido realizado por Jamma Dermatology el paraguas tiene hasta el 75 por ciento de fuerza bloquear los rayos UVA.
Conviene ser muy prudente ante la exposición al sol, por ello, también es preferible evitar salir de casa en las horas de máximo calor. Por otra parte, también puede ser positivo utilizar un sombrero para proteger la cabeza. El sol es vida a nivel físico y anímico, pero como todo en la vida, es importante apostar por la prudencia y el equilibrio para saborear el sol en su dosis justa.
Puedes aprovechar el verano para disfrutar de planes tranquilos, como por ejemplo, la lectura del libro Vademécum del optimista.
- Lo primero y lo más obvio es evitar exponerse demasiado al sol y en las horas de más calor.
- Ponte protector solar abundantemente todos los días, ojalá en la mañana cuando tengas la piel limpia y seca, y unos 30 minutos antes de exponerse al sol. Si usas alguna crema para el acné o para las arrugas, aplícatela antes del protector para que se absorba bien.
- Para la cara usa un FPS alto y cubre la delicada piel de los párpados con una sombra oscura, esta también funciona como protección. Y no te olvides de los labios, para ellos un FPS 15 es suficiente.
- Las partes que normalmente no están expuestas al sol, como la espalda o el abdomen, hay que cuidarlas con un factor más alto porque la piel no está acostumbrada y es más sensible.
- Si tienes muchos lunares debes usar un FPS muy alto, porque mientras más lunares hay más riesgo de contraer cáncer.
- Complementa tu ropa con anteojos o un sombrero, así le darás protección extra a tu cara.
- Vuelve a aplicarte protector solar si te bañas o si han pasado más de tres o cuatro horas desde la última vez que te echaste.
¿Qué tener en cuenta para elegir el protector solar?
La clave para utilizar con el protector solar correcto, está en tener en cuenta nuestro tipo de piel:
- Si tu piel es muy clara y tienes tendencia a sufrir quemaduras solares debes optar por una protección muy alta con factor solar 50+.
- En caso de tener una piel intermedia, es decir con buena pigmentación y sin sufrir muchas quemaduras, hay que elegir una protección con factor entre 15 y 30, según tus necesidades.
En cuanto a texturas, depende de vuestros gustos. Se pueden utilizar en forma gel o spray, que suelen tener unas texturas más ligeras, o cremas solares de toda la vida.
Cómo proteger a los niños del sol
Cuando hay niños en casa debemos ser especialmente sensibles con la exposición al sol. Por lo tanto, no olvides que…
- No hay que exponer a los peques al sol en las horas de más calor, es decir, entre las 12 y las 17 horas.
- Deben usar un protector solar con un factor de protección alta y aplicarlo media hora antes de salir de casa. Insiste en hombros, rostro, orejas, parte posterior de las rodillas y empeines, las zonas más proclives a quemarse.
- Cada dos horas hay que volver a echarle protección al niño.
- No estés demasiado tiempo al sol con los peques y lleva siempre un gorro y unas gafas de sol.
- Utiliza crema solar no solo para ir a la playa o piscina, sino también para las excursiones a la montaña o para ir al parque.
¿Sabes aplicarte el protector solar correctamente?
Aunque casi todo el mundo utiliza protector solar, no siempre lo hace de forma adecuada. ¿Qué debo tener en cuenta?
- Utiliza un protector solar adecuado a la pigmentación de tu piel.
- Siempre hay que aplicar la protección solar 30 minutos antes de la exposición al sol y volver a echarse cada 2 horas.
- Aunque no vayas a la playa, utiliza el protector solar en épocas de sol.
- No olvides ninguna zona del cuerpo: cara, brazos, piernas, orejas, raíz del pelo…