El Zen es una disciplina milenaria que se desprende de la filosofía hindú. Es un camino espiritual pero que puede ser muy práctico a la vez. Las técnicas de meditación Zen enfatizan el aquí y el ahora y al mismo tiempo nos enseña a descubrir la esencia que se esconde detrás de las apariencias.
Uno de los pilares del Zen se basa en descubrir la realidad interior de cada individuo y concentrarse en la verdadera naturaleza personal, sin dejarse influenciar por las verdades externas. La única verdad necesaria es la que encontramos en nuestro interior.
El movimiento Zen esta libre de dogmas y nos puede ayudar a llevar una vida más rica y relajada, más compasiva y básicamente mas feliz. Puede ser una excelente forma de superar los problemas emocionales que muchas veces padecemos.
En la meditación Zen se enseña a los practicantes a focalizar su atención sobre los conceptos de shiy kan que significa “detener” y “visión objetiva” respectivamente. El shi no puede surgir si no se mantiene una postura que mantenga la mente alerta y el cuerpo relajado. Muchas veces resulta incomodo mantener una misma posición durante un largo periodo de tiempo, con la práctica el cuerpo se acostumbra y encuentra por si mismo la postura Zen más conveniente.
Acerca del kan podemos decir que está siempre presente en nuestra mente pero no puede distinguirse porque se oculta tras el movimiento de los pensamientos. Las primeras experiencias del kan suelen relacionarse con la respiración, el control de la respiración es un paso fundamental en el intento de lograr una visión objetiva del ser como unidad.
La mente está en constante movimiento y llegar a conocer la realidad interna en medio de todo ese movimiento es como intentar pintar un cuadro de un paisaje desde un tren que viaja a gran velocidad. Gracias a la meditación Zen nuestra mente aprende a aquietarse, conservándose como una unidad sin importar lo que ocurra en el mundo exterior.
Por sentado, los practicantes de técnicas de meditación Zen tiene que encontrar la manera de relajarse por completo su ser físico. A veces, los patrones de iluminación y la música se puede permitir que esto ocurra. Si alguien que practica técnicas de meditación Zen se queda con ninguna conciencia de su cuerpo físico, no será capaz de alcanzar la iluminación mental. Una vez que el trabajo para lograr relax del cuerpo, la relajación total de la mente se convierte en el foco primario. La relajación total de la mente incluye dejar ir de las preocupaciones que cada día uno puede tener y dejar ir cualquier pensamiento que puede obligar a la mente a su cuerpo. Cuando el practicante Zen ha aprendido a pensar en imágenes y dejar ir de las palabras, puede comenzar a experimentar la iluminación que sigue a esta forma de meditación. Finalmente, el médico también será capaz de ir más allá de los límites de las imágenes y en un lugar donde los pensamientos son sólo de ser – no hay palabras, no hay imágenes, no se preocupe, simplemente una sensación de grandeza y la conexión con el mundo que los rodea.