La tiroides es una glándula que tiene como función regular el metabolismo del cuerpo, determinando así cuantas calorías quema el cuerpo, cuán rápido late el corazón y además es el responsable del equilibrio hormonal. Generalmente cuando las personas llegan a edad adulta comienzan a tener problemas a la tiroides, además de padecer ciertos desórdenes emocionales y físicos.
Existen tres tipos de problemas comunes relacionados con la tiroides como el hipotiroidismo, nódulos tiroideos e hipertiroidismo, donde cada uno de eso afecta de forma diferente a las personas. Debiendo prestar atención a los síntomas que estos pueden provocar para así identificar problemas en esta importante glándula del cuerpo.
Problemas a la tiroides causas y síntomas más comunes
Quienes tienen problemas a la tiroides generalmente experimentan cansancio y fatiga, si a pesar de dormir entre 8 a 10 horas se siente mucho cansancio, puede ser indicio de que se tienen problemas en la producción de hormonas tiroideas, también conocido como hipotiroidismo; como la tiroides tiene una función muy importante en los niveles de energía del cuerpo, es normal relacionar el exceso de fatiga y cansancio con algunos problemas tiroideos.
El aumento o pérdida de peso repentina también es una de las señales a las que se debe prestar atención, esto porque las glándulas tiroideas regulan la velocidad del metabolismo, así el cuerpo quema calorías; pero cuando existe un aumento repentino de peso puede existir una señal de hipertiroidismo, mientras que una pérdida de peso inexplicable se puede relacionar con el hipertiroidismo, que es cuando existe una excesiva secreción de glándula tiroidea.
Las personas que presentan cambios de ánimo repentinos también pueden tener problemas a la tiroides, ya que los desórdenes hormonales provocados por estos problemas afectan el estado emocional, de modo que quienes sienten repentinamente, ansiedad, depresión, sensación de angustia o inexplicables cambios de humor pueden tener problemas a su tiroides. Al igual que quienes presentan dificultades reproductoras, dolores corporales, frialdad, alteraciones en el cabello, piel y uñas, estreñimiento y problemas cognoscitivos.
En cuanto a las causas de los problemas a la tiroides, estos generalmente afectan más a las mujeres en comparación a los hombres, siendo una enfermedad que se puede desencadenar por factores ambientales y genéticos. Ciertos hábitos pueden alterar el funcionamiento de la tiroides, por eso se deben evitar como el sedentarismo, el que causa generalmente hipotiroidismo; además el consumo excesivo de cafeína también es un factor de riesgo porque altera el organismo y la glándula cuando se consume en exceso, los expertos recomiendan reemplazar el consumo excesivo de té y café por agua y jugos naturales.
El alcoholismo por otro lado también provoca problemas a la glándula tiroidea, pudiendo desarrollar trastornos de hipotiroidismo, donde la solución es evitar este hábito o disminuir su consumo. Lo mismo ocurre con el tabaquismo y el estrés, ya que el sistema endocrino es muy sensible al estrés emocional y físico y cuando se tienen cuadros muy intensos provocan alteraciones en la tiroides. Teniendo mucho cuidado además con la deficiencia de yodo ya que esta es una de las causas principales de los problemas tiroideos, ya que es un elemento necesario para que la glándula produzca hormonas tiroideas y trabaje de la forma correcta.
Cómo tratar problemas a la tiroides naturalmente
Cuando existen problemas a la tiroides se puede sufrir con el adelgazamiento de los huesos, por eso siempre se recomienda mantener una dieta rica en vitamina D y calcio, para facilitar su absorción. Existiendo ciertos nutrientes que ayudan a que la tiroides funcione naturalmente mejor, como el selenio, el que activa la hormona tiroides, pudiendo comer un puñado de nueces de Brasil cinco veces a la semana para entregar este nutriente al organismo, aunque otras opciones son las vísceras y mariscos, alimentos que deben ser consumidos con moderación.
Como sabemos que la deficiencia de yodo provoca problemas a la tiroides, es necesario ingerir aproximadamente 150 microgramos por día de este nutriente, donde las algas y sal son fuentes importantes de yodo; teniendo cuidado con no consumir demasiado yodo, ya que los desequilibrios se pueden agravar. El calcio y la vitamina D ayuda a fortalecer los huesos y no solo los productos lácteos no son las únicas opciones, porque los vegetales de hojas verdes como la espinaca o acelga también son alternativas a considerar.