Síntomas de ácido úrico alto

Jesus L. Rodriguez

El ácido úrico.

Hoy vamos a hablar sobre el ácido úrico y los peligros de tener los niveles demasiado altos, datos que es importante que conozcas para poder cuidar mejor de tu salud. Comenzamos explicando qué es el ácido úrico, el mismo se conforma por los desechos de ciertas sustancias que nuestro organismo produce y que suelen acumularse en el hígado. Los desechos se forman a partir de algunos alimentos, tales como las carnes rojas, el pescado y especialmente los mariscos.

El ácido úrico se elimina por la orina, aunque, hay parte que se cristaliza y concentra, si tenemos niveles altos de esto podemos contraer problemas de salud, como cálculos renales y su consiguiente riesgo para los riñones. Es por esta razón que recomendamos realizar análisis cada tanto para saber cómo están nuestros niveles, para esto simplemente debemos hacernos un análisis de sangre, aunque, hay algunos síntomas que nos indican que estamos teniendo problemas de este tipo.

Entre los principales síntomas se destaca: dolor en el dedo gordo del pie e inflamación en las articulaciones, como en los tobillos, las muñecas o las rodillas. Para evitar que esto suceda debemos controlar el consumo de algunos alimentos aunque, esto no significa que vamos a eliminarlos de la dieta.

¿Qué lo ocasiona?

El ácido úrico es producto del metabolismo de las purinas (componentes de ciertas proteínas) y se produce de forma natural en el organismo.

Al existir más purinas en el cuerpo, aumentan las concentraciones de ácido úrico en sangre. Esto se conoce como hiperuricemia. Las concentraciones normales del ácido úrico en sangre son 7mg/dl para hombres y para las mujeres 6 mg/dl. Entre más tiempo se mantenga la hiperuricemia, mayor es la posibilidad de llegar a desarrollar la famosa gota. ¿Por qué empieza a aumentar anormalmente?

La acumulación se da por alteraciones en el metabolismo del ácido úrico, que pueden ser heredadas.

Hay dos factores de riesgo que son no modificables:

1. Edad avanzada:

Se ha demostrado que el riesgo de desarrollar gota aumenta al avanzar la edad, ya que las manifestaciones clínicas de la gota, aumentan a una mayor duración de la hiperuricemia. Por lo tanto, personas que ya han mantenido por varios años los niveles de ácido úrico elevados, tendrán mayor posibilidad de presentar signos y síntomas de la gota.

2. Sexo

A pesar de que la prevalencia de gota ha aumentado en ambos sexos, en pacientes menores de 65 años, se ha observado que los hombres tienen 4 veces mayor riesgo que las mujeres de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, al avanzar la edad, se observa que el riesgo es similar. Esto se debe a que los estrógenos dan cierta protección porque aumentan la excreción de ácido úrico, pero después de la menopausia se pierda esta protección.

Hay factores que usted sí puede cambiar, que le ayudarán a disminuir sus niveles de ácido úrico o a prevenir el aumento. Encabezando la lista están los factores relacionados a su dieta y estilo de vida.

Sobre la dieta para prevenir y controlar la gota, existen muchos mitos, y ponerlos en práctica mas bien le puede resultar mas perjudicial que positivo. La mayoría de las personas lo primero que asocian la gota es a los vegetales, poniendo como el principal culpable el tomate. Así que usualmente esta es su primera medida, eliminan vegetales, pero continúan comiendo galletas, tomando cerveza, etc…

¿Qué es lo que SÍ AUMENTA EL ÁCIDO ÚRICO?

Investigaciones recientes han demostrado que los mismos cambios en la alimentación que se recomiendan para prevenir otras enfermedades crónicas (como diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, etc), son los mismos que le ayudarán a disminuir sus niveles de ácido úrico y por lo tanto prevenir el desarrollo de gota.

De hecho, debido a que la hiperuricemia le puede llevar a estas otras condiciones, obtendrá el doble de beneficios, ya que no solo previene la gota, sino también la diabetes, hipercolesterolemia, etc.

Los siguientes son los principales culpables de aumentar su ácido úrico:

1. Sobrepeso

El aumento de peso se asocia directamente al aumento de los niveles de ácido úrico. La obesidad favorece que aumente la producción y también disminuye la excreción. Por el contrario, disminuir el peso favorece la disminución del ácido úrico

2. Cerveza y otros licores

Antes de dejar de comerse la ensalada, lo primero que debe de hacer es dejar las latas de cerveza. El consumo de cerveza y otros licores, es lo que tiene mayor efecto en los niveles de ácido úrico.

Con solo el equivalente a una cerveza de 350 ml o 30 ml de otros licores, el riesgo de aumentarse el ácido úrico se puede hasta casi duplicar.

Así que definitivamente si ha presentado el ácido úrico alto, decirle adiós la cerveza y otros licores debe ser lo primero en su lista.

Sin embargo, no necesita abstenerse por completo del alcohol. El vino no tiene ningún efecto en los niveles de ácido úrico, asi que una buena estrategia puede ser cambiar la cerveza por una copa de vino. Por supuesto, con moderación, lo cual equivale a una copa de vino al día para mujeres y dos copas para los hombres (1 copa = 150 ml).

3. Carnes rojas, pescado y mariscos.

La cantidad de proteína total de la dieta no tiene efecto en los niveles de ácido úrico, pero sí la fuente de proteína. La carne roja y el pescado son los únicos que sí van a favorecer el aumento.

Reducir el consumo de éstos es una de las principales acciones a tomar para prevenir la hiperuricemia y gota. La carne roja además es la principal fuente de grasa saturada en la dieta, la cual se asocia a resistencia a insulina y enfermedad del corazón, por lo que definitivamente es mejor que la evite, en especial los embutidos derivados del cerdo (jamón, mortadela, salchichón, tocineta, etc.).

El pescado es la mejor fuente en la dieta de omega – 3, los ácidos grasos protectores del corazón, pero desafortunadamente si usted tiene el ácido úrico alto mas bien puede resultar contraproducente. Lo que se recomienda es que en lugar de consumir pescado, consuma suplementos de los aceites de pescado y aumente sus fuentes vegetales de omega – 3. Para protección se recomienda un suplemento que le aporte 1 gramo de omega – 3 al día. La mayoría de los suplementos en el mercado aportan por cápsula 300 mg de omega – 3 y 1 gramo total de aceite, por lo que debería de consumir 3 cápsulas al día.

Las mejores fuentes vegetales de omega – 3 son la linaza y las nueces. Estas últimas también han demostrado beneficios en ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, eso si deben consumirse con moderación, ya que son altas en calorías, unas dos cucharadas al día es lo que se recomienda. De linaza también se recomienda el consumo de dos cucharadas al día de la semilla molida, ya que así es como el cuerpo mejor la aprovecha.

4. Fructosa

El siguiente culpable de aumentar el ácido úrico es la fructuosa. La fructosa es el azúcar principal de las frutas, pero no son precisamente las frutas las que contribuyen al aumento de los niveles de ácido úrico. El principal problema son los alimentos que traen adicionada la fructosa, los cuales de hecho se han señalado como los principales culpables en la etiología del síndrome metabólico y problemas asociados. ¿Cuáles son estos alimentos? Básicamente la mayoría de productos empacados, como galletas, barras de cereal, jugos de frutas, y muchos otros jugos azucarados, todos estos tienen como ingrediente la fructosa. De hecho, muchos productos bajos en calorías utilizan la fructosa dentro de sus principales ingredientes.

Lo mejor que puede hacer como consumidor es estar atento y revisar etiqueta. Que sea un azúcar «natural», no implica saludable. Revise bien la lista de ingredientes, no solo fructosa implica la presencia de esta, también jarabe o sirope de maíz.

Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos que los mismos te sean de gran ayuda y te permitan cuidar mejor de tu salud, ¡suerte!

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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