Consejos para bajar el ácido úrico

Jesus L. Rodriguez

El ácido úrico.

Hoy vamos a hablar un poco de ácido úrico, este es uno de los químicos de nuestro cuerpo que debemos controlar, ya que cuando está demasiado alto puede ocasionarnos muchos problemas. Por eso, hoy queremos darte una serie de consejos sobre cómo bajarlo, de forma que puedas cuidar mejor de tu salud.

Antes que nada vamos a entender exactamente qué es, el ácido úrico es un químico que se crea cuando el cuerpo descompone unas sustancias llamadas purinas. Estas últimas se encuentran en diferentes bebidas y alimentos, entre los cuales se destacan las anchoas, el hígado, la caballa, las arvejas secas, las judías, el vino y la cerveza. Si bien la mayor parte del ácido úrico se disuelve en la sangre y viaja a los riñones para ser expulsado, muchas veces cuando el cuerpo produce demasiado no es posible eliminarlo por completo. Por tanto, se va acumulando y cuando se tiene demasiado puede producirse distintas enfermedades, la más común es la gota.

Los niveles normales de ácido úrico en la sangre tienden a oscilar entre 3.0 y 7.0 mg/dL, aunque este es un nivel que suele variar dependiendo de los laboratorios. Para bajarlo primero que nada es importante que eliminemos de nuestra dieta a las carnes rojas (cerdo y cordero), cualquier tipo de consomé hecho a base de carnes y de tomate, así como ciertos tipos de peces como la anchoa o la sardina. También se deben evitar los mariscos, al menos hasta que se consiga bajar los niveles de ácido úrico.

Por último, deberíamos también eliminar el consumo de bebidas alcohólicas, sobretodo de vino y cerveza y limitar o eliminar del consumo habitual bebidas estimulantes como el té, o refrescos con gas. Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos los mismos te sean de gran ayuda y te permitan cuidar mejor de tu salud.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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