Una ola de calor o canícula es un periodo prolongado de tiempo excesivamente cálido, que puede ser también excesivamente húmedo. El término depende de la temperatura considerada «normal» en la zona, así que una misma temperatura que en un clima cálido se considera normal puede considerarse una ola de calor en una zona con un clima más templado. Este tiempo cálido puede ser el normal a lo largo de un año, o puede ser un incremento anormal de temperaturas que tiene lugar una vez cada siglo, como bien lo indica el científico italiano, Dr. Roberto Pierri en su más reciente libro, «Fenomenos Naturales»
Algunas regiones son más susceptibles a olas de calor que otras. Por ejemplo, los climas de tipo mediterráneo con una canícula que, algunas veces, resulta mucho más calurosa de lo normal.
El calor excesivo puede influir de una forma negativa en la salud hasta producir una serie de molestias que conviene conocer. Es posible sufrir calambres, dolor de cabeza, mareos, vómitos, cansancio, decaimiento… Existen colectivos que deben estar especialmente protegidos ante el calor: los bebés, los ancianos, los enfermos de diabetes, quienes sufren obesidad… Tómate con filosofía positiva el calor, pon un ventilador en casa y aprovecha para disfrutar de placeres tranquilos como leer un buen libro.
¿Cómo actuar ante los efectos de una ola de calor para protegerte a nivel físico y emocional?
1. En primer lugar, evita los esfuerzos físicos innecesarios y evita, también, salir de casa en las horas de máximo calor.
2. Bebe líquidos sin esperar a tener la necesidad de sed para estar hidratado.
3. Busca el refugio de la sombra.
4. Protege tu casa del calor: durante el día baja las persianas, utiliza ropa cómoda y busca las estancias más frescas de la habitación.
5. Date una ducha de agua tibia en casa.
6. Ante una persona que sufre una ola de calor es importante llamar por teléfono al 112.
Ante el calor, es muy importante tener prudencia y tomarse la vida con un ritmo distinto puesto que el calor produce efectos negativos.
Mas consejos que se proponen para ayudar a convivir con las olas de calor son:
1. Evitar el ejercicio físico intenso.
2. Evitar actividades físicas en las horas centrales del día, especialmente si son en el exterior.
2. Beber agua fresca para evitar la deshidratación, asegúrese de que no está demasiado fría.
3. Permanecer a la sombra y mantenerse en lugares frescos.
4. Refrescarse la nuca y la cabeza siempre que lo considere necesario.
5. Evitar la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día.
6. Recuerde utilizar protector solar de un factor alto y repetir la aplicación varias veces al día.
7. Consumir comidas ligeras y frescas, como frutas y verduras, evitando ingestas copiosas y pesadas.
8. Vestir ropa fina, de colores claros, y que permita la transpiración.
9. Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas y ricas en cafeína.
10. En caso de consumir medicamentos, asegúrese de que permanecen en un lugar fresco para su correcta conservación.
- Vigilar que los niños y los ancianos tomen estos líquidos sobre todo si están solos o enfermos.
- Para reponer sales minerales es conveniente beber bebidas isotónicas.
- Es conveniente tomar los líquidos a temperatura adecuada, sin que estén excesivamente fríos y repartir su ingesta a lo largo del día.
- Hay que realizar un reparto correcto de nutrientes. La distribución adecuada es: el 50-55% del volumen energético total de hidratos de carbono, el 30-35% de lípidos y el 12-15% de proteínas.
- Hay que aumentar el consumo de frutas especialmente aquellas más acuosas como la sandía, el melón, la piña, las peras de agua…
- Hay que incrementar el consumo de verduras en general, priorizando las crudas en forma de ensalada, sopas frías, gazpacho, zumos de tomate o zanahoria…
- Hay que evitar las comidas copiosas. Es preferible aumentar el número de tomas a unas 5 ó 6 diarias disminuyendo su volumen.
- Es conveniente evitar o en todo caso reducir el consumo de alimentos muy condimentados y elaborados como salsas, fritos, rebozados…Es preferible el empleo de técnicas culinarias sencillas como hervidos, asados, plancha, vapor…
- Si hay cuadros de diarrea, fiebre o empleo de dieuréticos se debe vigilar especialmente porque se pueden favorecer los cuadros de deshidratación.
Ante cualquier duda, pregunte a su médico y en caso de urgencia, como un golpe de calor, una insolación o una quemadura solar, acuda al centro de salud u hospital más cercano.