En la nota anterior comenzamos a hablar sobre los músculos, vimos que para poder marcarlos es necesario antes que nada quemar la grasa que los recubre. Hoy queremos hablar sobre otro aspecto muy importante también, te enseñamos a proteger los músculos una vez que los has desarrollado. Debemos tener en cuenta que después de haberlos marcado un déficit en la dieta o un exceso en el ejercicio cardio puede que se coman el músculo ganado.
Para poder mantener el músculo que hemos ganado debemos continuar con el trabajo de fuerza en el gimnasio y además consumir las calorías necesarias, respetando también las horas de descanso. Lo que cambiará es que a partir de ahora el entrenamiento que realicemos será de mantenimiento, aún así es muy importante que no lo descuidemos.
Algo que queremos destacar es que la dieta no tiene que ser hipocalórica, esto afectaría la estructura muscular. Lo mejor es seguir una forma de alimentación que nos aporte la cantidad de calorías y proteínas necesarias, sobre todo procedentes de carne magra y vegetales. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad y puedas cuidar mejor de tus músculos.
Por otra parte, para todos los que realizamos actividad física de forma regular, pero de intensidad moderada, lo ideal es no dejar de aportar esta vitamina con nuestra alimentación, la cual la podemos obtener ingiriendo aceites vegetales, frutos secos, trigo o granos integrales, vegetales de hojas verdes y legumbres.
Equilibra tus músculos
Cada movimiento que haces tiene uno opuesto: empujar y jalar o tirar, levantar y bajar, girar a la izquierda y a la derecha.
Ejercitar los músculos opuestos es vital para una buena postura, fortaleza física y movilidad duradera.
Trata de evitar los movimientos repetitivos
A un las tensiones leves en los músculos pueden causar problemas si se repiten con frecuencia.
Si necesitas hacer acciones repetitivas, como mover el ratón de la computadora, trata de variar los movimientos y descansa seguido.
Calienta y enfría
Si están calientes, los músculos son menos vulnerables a lesiones.
Del mismo modo es importante enfriarse y hacer ejercicios de estiramiento; esto ayuda a evitar los músculos tensos y adoloridos.
Haz movimiento
Moverte y ajustar la posición mientras trabajas o te ejercitas, ayuda a tus músculos a evitar calambres, puede evitar lesiones de estrés repetitivo y quema calorías.
Trata de relajarte
El estrés y la fatiga pueden provocar tensión y calambres musculares, y aumentar la probabilidad de desgarres y torceduras.
Tómate tiempo para desestresarte; un masaje suave relaja los músculos, deshace nudos y estimula la circulación.