El bambú es una especie de caña que crece rápidamente, es delgada y las variaciones de color dependerán de la zona de cultivo, y la edad del bambú (generalmente es verde medio).
El bambú tiene un método muy efectivo de defensa natural contra agentes externos como bacterias lo que hace a la especie muy resistente a pesar de condiciones adversas.
En el rubro de salud se usa al bambú en varios campos medicinales importantes, los cuales dependerá su forma de aplicación como de consumo, ya que también hoy en día se encuentran productos manufacturados con esta especie de planta (se puede conseguir en forma de tabletas y capsulas).
Se extrae de los nudos del tallo una especie de material que tiene una acción directa a nivel curativo sobre las articulaciones y tejido óseo en un modo remineralizante, lo que lo hace tratamiento ideal para reconstrucciones a nivel de cartílago, por enfermedades como artrosis, en la recuperación de fracturas, osteoporosis, fase menopáusica, así como todo problema hormonal que pueda afectar el sistema muscular y esquelético; además de toda problemática de este efecto.
Consumido en forma de alimento es un excelente saciador, además que regulará y limpiará los intestinos, estómago y todo el sistema digestivo (es un excelente laxante), esto se logra gracias a que tiene un contenido muy alto de fibra. También es recomendado ponerlo en dietas adelgazantes ya que su contenido calórico es muy poco .
Por su alto contenido en sílice ayuda a mejorar la piel, tanto como al trato directo con procesos inflamatorios, afecciones y a la conservación de la resistencia natural (también el sílice es el responsable de la acción directa con el sistema esquelético).
El bambú contiene una interesante cantidad de fósforo y sobre todo de silicio, un importante mineral que favorece la síntesis del colágeno, esencial para mantener los huesos y las articulaciones fuertes y mantener la elasticidad de la piel, conservándola más joven durante más tiempo.
El consumo de brotes de bambú se ha vinculado a diferentes beneficios: protección cardiovascular, control de los niveles de colesterol en sangre y presión arterial, prevención del cáncer, fortalecimiento del sistema inmunológico, y estimulación del proceso digestivo y del funcionamiento intestinal.
Los brotes de bambú contienen excelentes niveles de potasio. 100 gramos de brotes frescos contienen 533 mg o 11% de los niveles diarios requeridos de potasio. El potasio es un componente importante de los fluidos corporales y celulares que ayuda a controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial al contrarrestar los efectos del sodio.
Ayudan a prevenir el estreñimiento
El contenido en fibra de los brotes de bambú es importante para prevenir problemas de tipo digestivo, como el estreñimiento. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Nature Reviews. Dicha sustancia es capaz de aumentar el volumen del bolo fecal.
Ayuda a la salud de la piel y el cabello: otra de las ventajas que tiene el uso del bambú es que aporta una mayor salud a tu piel. Le aporta brillo y mayor elasticidad. En cuanto al cabello, le da un mayor color, brillo y fortaleza, por lo que, hace que sea ideal para aquellas personas con cabellos opacos y quebradizos.
el Bambú Reduce el colesterol
Los altos niveles de fibra y las pocas calorías por porción, hacen que los brotes de bambú sean una gran manera de reducir tus niveles de colesterol malo LDL. Esto, a su vez, puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
El bambú contiene un elemento llamado silicio, el cual estimula la producción de colágeno, por lo que al consumir esta planta podrías ver cambios valiosos en la piel, músculos y articulaciones, este mineral ayuda a que tengamos una piel radiante y unos huesos resistentes..
Ayuda a curar heridas: El jugo de hojas de bambú ayuda a desinfectar heridas y llagas, dado que contiene metanol.