La granola es un tipo de cereal a base de avena, trigo, frutas secas y miel. En los últimos tiempos, esta mezcla ha ganado cada vez más seguidores, quienes la emplean en sus desayunos y también como parte de distintos platos del día.
Su constitución nutricional y su bajo contenido en azúcar y calorías sugieren que este producto puede ser muy beneficioso para la salud por sus propiedades benéficas:
Reduce la presión arterial
Los problemas de hipertensión aumentan los riesgos de padecer enfermedades nefríticas y cardíacas, incluso de sufrir infartos. Este cereal es muy útil para mantener estable la presión arterial. Los cereales integrales como la avena y el trigo regulan la tensión ya que tienen mucho potasio y muy poco sodio. Se recomienda tomar la granola con leche descremeda o yogurt, y con frutas frescas como la banana.
Previene la anemia
De manera natural la avena es rica en hierro, por ello la granola resulta un alimento muy nutritivo para el organismo. El hierro, elemento imprescindible para los glóbulos rojos, no puede faltar en los niños y las embarazadas. Una taza de granola contiene más de 5 gramos de hierro. Si se requiere una dosis mayor, puede encontrarse en el mercado una granola que venga fortalecida con dicho mineral.
Regula el peso
Este producto ayuda a mantener el peso o a reducirlo, y se le emplea con frecuencia para combatir la obesidad. La avena provee al organismo de fibra, compuesto esencial para que el sistema digestivo funcione adecuadamente y que resulta básico para cualquier dieta de control del peso corporal.
Reduce el colesterol
La fibra soluble contenida en la avena y en los frutos secos ayuda a eliminar de la sangre el colesterol malo. Cuando preparamos granola en casa, se recomienda añadirle un poco de semillas de lino, cuyo aceite aumenta los niveles de colesterol bueno en el organismo.
Recomendaciones…
Lo mejor, para asegurarte de evitar contenidos nocivos como un exceso de sodio, elabora tu propia granola, o controla la información nutricional de la que compres.