Probelamas del niño con Síndrome de Down. Un número elevado de niños con distintos tipos de discapacidad, como parálisis cerebral, Síndrome de Down, autismo o distrofia muscular entre otros, se encuentran en situación de riesgo nutricional.
Se pueden presentar trastornos asociados a su condición que se pueden agravar si se descuida su alimentación, como es el caso de la obesidad, distrofia muscular, intolerancia alimentaria, estreñimiento, molestias gastrointestinales o anemia.
En niños con Síndrome de Down, son normales los problemas dentales, como falta de piezas, distribución anormal, incluso dificultad en la masticación, que pueden derivar en trastornos digestivos como estreñimiento y flatulencia.
En estos niños el crecimiento sucede de manera diferente ya que se inicia acelerado y más temprano, pero en los años siguientes se acompaña de una reducción de la velocidad de desarrollo, que conduce a una estatura más corta que la población general.
Existe una mayor predisposición al exceso de peso, especialmente entre los adolescentes y adultos con esta anomalía. A su vez, la menor estatura se relaciona también con la ganancia de peso ya que se reducen las necesidades energéticas del individuo; aunque el exceso de peso también puede relacionarse con el hipotiroidismo.
Por ello es indispensable realizar una reeducación alimentaria, haciendo hincapie en un alimentación sana y equilibrada, acorde con sus necesidades energéticas, junto con un programa de ejercicio físico adecuado.
Entre el 30 y el 50 por ciento de los bebés con síndrome de Down tienen defectos cardíacos. Algunas de estas cardiopatías congénitas son de poca importancia y pueden ser tratados con medicamentos, pero hay otras para los que se requiere cirugía. Todos los bebés con síndrome de Down deben ser examinados por uncardiólogo pediátrico, un médico que se especializa en las enfermedades del corazón de los niños, y ser sometidos a un ecocardiograma durante los 2 primeros meses de vida para permitir el tratamiento de cualquier defecto cardíaco que puedan tener. Entre el 10 y el 12 por ciento de los bebés con síndrome de Down nacen con malformaciones intestinales, que requieren ser corregidas quirúrgicamente.
Más del 50 por ciento de los niños con síndrome de Down nacen alguna deficiencia visual o auditiva. Entre los problemas visuales más comunes se encuentran el estrabismo, la miopía, la hipermetropía y las cataratas. La mayoría de los casos pueden ser tratados con gafas, con cirugía o mediante otros métodos. Se debe consultar a un oftalmólogo pediátrico durante el primer año de vida del niño. Los niños con síndrome de Down pueden tener deficiencias auditivas por causa de la presencia de líquido en el oído medio, de un defecto nervioso o de ambas cosas. Todos los niños con síndrome de Down deben ser sometidos a exámenes de visión y audición de forma regular para permitir el tratamiento y evitar problemas en el desarrollo del habla y de otras destrezas.
Los niños con síndrome de Down tienen mayores probabilidades de sufrir problemas de tiroides y leucemia. También tienden a resfriarse mucho y a contraer bronquitis y neumonía. Los niños con síndrome de Down deben recibir cuidados médicos regulares, incluyendo las vacunas de la niñez.