Para que se usan las plantas medicinales

Jesus L. Rodriguez

Las plantas medicinales son una alternativa a la medicina tradicional y son plantas que tienen la virtud de curar algunas dolencias o enfermedades.

Para que se usan las plantas medicinales

El uso de estas plantas es una ciencia y un arte ya que se debe conocer cuáles son las plantas y cuáles son sus principios activos que le dan la capacidad de curar.

Esta medicina alternativa es histórica y sus preparados han pasado de generación por generaron a través de los siglos. Si bien a través del tiempo su práctica se fue haciendo más compleja e inclusive se industrializó y hoy se puede acceder a ellas en píldoras, polvos, plantas secas y tinturas.

Su utilización se puede realizar a través de pócimas, baños de inmersión y de vapor, cataplasmas, emplastos, colirios, extractos, jarabes, emulsión, compresas, jugos, aceites esenciales, pomadas y muchas otras más.

Como se puede apreciar su preparación es muy amplia y hoy se puede acceder a ella de forma fácil y directa.

La mayor parte de las hierbas medicinales no tiene efectos adversos para la salud ni contraindicaciones y al contrario sus beneficios son muchos.

Se dice que un medicamento es:

– antiespasmódico: cuando su función es calmar la excitación de los nervios (espasmos)
– astringente: cuando produce la contracción de los tejidos y detiene diarreas
– colagogo: son los medicamentos que se emplean para la cura de las enfermedades del hígado
– depurativo: cuando limpia la sangre de sus impurezas y expulsa del organismo el germen de ciertas enfermedades
– diaforético: cuando provoca el sudor y la transpiración
– diurético: cuando aumenta la secreción de la orina
– emenagogo: cuando regulariza las funciones menstruales o las aumenta o provoca
– emoliente: cuando ablanda los tejidos, abscesos, granos, etc.
– estimulante: cuando un medicamento obra sobre uno o varios órganos, aumentando su vitalidad
– estomacal: como su nombre lo indica, restablece las funciones del estómago
– expectorante: medicina destinada a ablandar y expulsar las flemas de catarros crónicos o mal curados
– laxante: preparado para estimular suavemente las funciones del intestino y combate la sequedad de vientre
– pectorales: para combatir los catarros, resfriados y demás enfermedades del pecho
– sedantes: para calmar los dolores, disminuir la excitación nerviosa
– vermífugo: para expulsar las lombrices del intestino
– vulnerarios: contra golpes, heridas, torceduras, fracturas, etc. (p. 20, resp. revés)

Preparación y administración de las plantas medicinales

La administración de las plantas medicinales y de los productos derivados de estas debe estar acompañada de los máximos cuidados, para garantizar el buen suceso del tratamiento. Contrariamente a la creencia general, los mejores resultados no siempre se obtienen con el uso de las plantas frescas o con preparaciones caseras. El hacer extractos de plantas procesadas permite obtener más principios activos.1
Aceite
Existen tres formas de preparar líquidos oleosos, para consumo directo, o combinado con otras formas de preparación. La primera forma de preparación se refiere a la extracción del aceite esencial por arrastre de vapor. La segunda forma se refiere a plantas que tienen semillas oleaginosas con propiedades medicinales. De las semillas se puede obtener el aceite por medio de prensado o extracción. La tercera forma se aplica en las plantas que contienen sustancias solubles o extraíbles en aceites vegetales como los de: almendra, durazno, maní, oliva, zapuyul. En este caso el contacto, o la inmersión de la planta medicinal en el aceite dura entre 10 y 30 días.
Cataplasma y emplasto
La cataplasma se prepara machacando la parte de la planta que contiene las propiedades curativas que se pretende usar, se calienta y se aplica directamente sobre el área afectada que se quiere tratar.
Para preparar el emplasto se mezcla la parte de la planta a utilizar con una harina, logrando una pasta que se aplica sobre el área afectada, al igual que la cataplasma.
Cocimiento
Se prepara hirviendo durante algunos minutos (del orden de los 5 minutos) la planta y luego se filtra. Debe verificarse que el calor no afecte o destruya los principios activos. Esta forma de usarse es apropiada en general para las partes duras de la planta, como son: troncos, raíces, cortezas y semillas.
Compresa
Es una preparación similar a la cataplasma, pero en este caso en lugar de aplicar la planta directamente, se utiliza una extracción acuosa, aplicada a un paño o toalla. Las compresas pueden ser calientes, generalmente aplicadas en el caso de inflamaciones y abscesos; o bien frías, preferibles para tratar casos de cefalea o conjuntivitis.
Ensalada
Es una forma de ingerir las hierbas medicinales en una forma directa, sin ninguna modificación o transformación consecuencia del procesamiento. Se lavan y desinfectan las partes de la planta que se piensa ingerir, y se prepara como una ensalada tradicional, eventualmente mezclándola con otras verduras o vegetales, sazonándolo sal, aceite de oliva y limón.
Extracto
Los principios activos de las plantas medicinales se obtienen también por un tipo de extracción llamada “sólido-liquido”. Este proceso consta de tres etapas:
Penetración del disolvente en los tejidos de los vegetales e hinchazón;
Disolución de las sustancias extraíbles;
Difusión de las sustancias extraíbles disueltas fuera de la célula vegetal.
La forma de extracción más frecuente es por maceración, este proceso tiene algunas ventajas sobre la percolación y contracorriente. También se puede procesar la extracción mediante métodos que involucran el ultrasonido, el eléctrico, y el vórtice (turbo). La extracción de los extractos requiere un cierto equipamiento y conocimiento de procesos químicos.
En su presentación final pueden ser: tinturas (1:10); extractos fluidos (1:2), blandos, con una consistencia parecida a la miel, viscosos o firmes (masas plásticas, que licuan al calentarlas), secos (cuando se ha desecado la mezcla) y nebulizados (obtenidos por atomización del disolvente.)
Gargarismo o enjuague
Es la aplicación de un líquido a la cavidad bucal. Se usa para lograr la acción local en la boca y/o garganta y así limpiar de secreciones, bacterias e impurezas estas áreas. Puede usarse para prevenir infecciones bucales o respiratorias. Para prepararse el líquido puede usarse una infusión, un cocimiento o un jugo de la planta.
Infusión
Es la forma de preparación más frecuente y sencilla, se le denomina también apagado o té. Forma parte de una cultura de consumo de hierbas aromáticas que se usan no solo para fines medicinales. Consiste en poner en contacto las partes de las plantas con agua hirviendo por unos minutos, dejando que se enfríe progresivamente. Al no usarse calor directo, garantiza que sus partes no sufren deterioro. Más frecuentemente se usa para las partes blandas de las plantas como hojas y flores.
Jarabe
Los jarabes se preparan extrayendo con agua los componentes activos o medicinales de la planta y disolviendo luego en esta una gran cantidad de azúcar o miel como preservante. Puede prepararse a partir de extractos hidroalcohólicos, conservarse por períodos largos y se le suele dar un sabor agradable para facilitar su administración a los niños. La preparación se inicia en forma semejante a la infusión, pero se deja reposar algunas horas y luego se filtra el líquido, se agrega el azúcar o la miel, se diluye y se lleva a hervír algunos minutos para coagular las sustancias albuminosas, luego se cuela y se guarda en botella o frasco de color ámbar, se etiqueta y se guarda (hasta 30 días) en lugar limpio y protegido del calor y de la luz.
Jugo o zumo
Los jugos se obtienen siempre al exprimir o licuar las plantas frescas o sus frutos. En algunos casos, sobre todo para tubérculos o raíces se recomienda ponerlos en remojo durante un período de 8 a 12 horas antes de exprimirlos.
Lavados
Es la aplicación de infusiones, cocimientos o tinturas diluidas para tratar tópicamente afecciones externas localizadas, como heridas, llagas, úlceras, hemorroides, vaginitis y otras afecciones de la piel o de las mucosas.
Lavativa o enema
Es la aplicación de un preparado que se introduce a través del ano con una técnica especial, para la cual el que la aplica debe estar capacitado. Se aplica preferiblemente en ayunas y el paciente debe permanecer acostado, durante la aplicación y durante un tiempo de por lo menos una hora después de la aplicación.
Polvos
Los polvos se obtienen pulverizando la planta seca, el material puede ser retriturado y tamizado varias veces, hasta alcanzar el tamaño deseado de las partículas. Los polvos vegetales son fáciles de manejar, formular y acondicionarlos en preparados fitofarmacéuticos, a través del mezclado, encapsulado y de la compresión. Existen dudas acerca de la bio-disponibilidad de los principios activos medicinales extraíbles naturalmente de polvos de plantas secas que toman en cápsulas o tabletas, ya que la absorción en esta forma es mínima. Se puede aumentar la absorción diluyendo los polvos en líquidos o mezclándolos en alimentos sólidos.
Preparados fitofarmacéuticos
Los extractos obtenidos industrialmente deben reunir al menos cinco aspectos: la materia médica, donde se encuentran los principios activos debe ser adecuadamente molida, la extracción debe efectuarse con el disolvente adecuado, puede extraerse por maceración o percolación, la concentración debe ser por un método que no afecte el principio activo y algunas drogas requieren tratamientos preliminares antes de usarse. Con extractos procesados es posible hacer preparados fitofarmacéuticos que son más fáciles de dosificar, tales como formas sólidas (tabletas, grageas, tabletas efervescentes, cápsulas de gelatina dura, gránulos), formas líquidas (jarabes, gotas, soluciones, suspensiones en cápsulas de gelatina suave) y formas para uso local (cremas ungüentos, pomadas, geles, colirios y supositorios).
Tintura
Se obtiene dejando en contacto la parte de la planta seca a utilizar, con una mezcla de alcohol al 40% en agua durante 3-5 días, con agitación diaria y filtración. Las tinturas se usan de base para la formación de elixires que contienen mezclas de varias plantas y sustancias estabilizantes como el glicerol. Tienen la ventaja de ser más estables y de fácil dosificación.
Vapores
Los vapores de ciertas plantas emitidos por la acción del calor son utilizados para el tratamiento de las afecciones de la garganta y de las vías respiratorias.

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