Osteopatía para embarazadas

Jesus L. Rodriguez

Osteopatía para embarazadas

La osteopatía es un método que tiene como objetivo mantener el estado de salud a través de métodos naturales, permitiéndole al cuerpo un estado de adaptación lo que lograra armonía corporal.

En el caso de las mujeres en estado de embarazo se puede recurrir a esta técnica para tratar frecuentemente dolores de espalda, problemas con la digestión, cansancio, dolores en las piernas, un parto más fácil, etc. Así la perfecta armonía mantendrá al bebé en un estado de bienestar.

Hay que recalcar la importancia de la osteopatía en las etapas del embarazo, ya que el cuerpo sufre una serie de modificaciones para acoplarse a los nuevos requerimientos nutritivos, de peso corporal, etc.

Una buena forma, así como razones de llevar un tratamiento de osteopatía durante el embarazo se enumeran a continuación, desglosando según sea cada etapa.

– Antes del embarazo: En esta etapa se puede planear una consulta para poder tener tiempos necesarios de acoplar el organismo a esta etapa de cambios.

– En los primeros tres meses: Ya que esta etapa es donde se presentan síntomas y signos como dolores, problemas de digestión, dolor de espalda, etc. la osteopatía tratar directamente sobre ellos, disminuyéndolos o eliminándolos.

–   En los siguientes seis meses: por el crecimiento del área abdominal y el aumento del peso corporal, empiezan a surgir problemas en las piernas como la circulación, dolores musculares, de espalda, etc., es aquí donde la osteopatía brinda opciones muy viables para tratar estos  malestares.

– Antes del parto: como en este momento la pelvis se encuentra en un proceso de acoplamiento, es por ello que la osteopatía ayuda a un parto menos doloroso y un paso fácil del bebe a través de ella.

– Después del parto: Al existir un cambio drástico en todo el cuerpo derivado del nacimiento del bebe, el cuerpo puede tener un estado de desequilibrio, así esta terapia puede brindar una solución eficaz en este proceso.

¿Por qué recurrir a la osteopatía?

En cada trimestre del embarazo, el cuerpo de la mujer deberá adaptarse a unos cambios osteoarticulares y hormonales. El marco óseo (pelvis y columna vertebral) debe ajustarse al volumen creciente del útero. Por ejemplo, se observa una modificación del centro de gravedad.

Durante el embarazo, el seguimiento osteopático tiene como objetivo la armonización del cuerpo.

Los síntomas que cura la osteopatía

Si el tejido conjuntivo y osteoarticular (huesos, tendones, ligamentos y músculos) se resiste a este movimiento de transformación que vive la mujer embarazada, en diferentes etapas del embarazo pueden aparecer ciertos síntomas. Éstos pueden tratarse

mediante la osteopatía siempre que no estén asociados a una complicación del embarazo. Por tanto, es importante consultar previamente al ginecólogo.

Antes del embarazo

Cuando la mujer prevé quedar embarazada, puede ser útil consultar a un osteópata a fin de preparar su cuerpo para acoger a una nueva vida y para prevenir los pequeños trastornos que a veces surgen a lo largo de este período.

Durante el primer trimestre

La osteopatía puede ayudar en caso de náuseas, de reflujo gastroesofágico, vómitos, vértigo y olores abdominales. Los dolores a lo largo de la columna vertebral y los dolores de cabeza también son aliviados por esta medicina suave.

Durante el segundo y tercer trimestre

Los dolores de la columna vertebral, la ciática, el estreñimiento y las piernas pesadas son algunos de los síntomas que el osteópata puede tratar. Esta medicina es útil asimismo en caso de tener que guardar cama de forma prolongada.

La preparación para el parto

El trabajo en la pelvis y la pelvis ligamentosa tiene como objetivo favorecer un parto natural. Así, el steópata comprueba que la pelvis sea móvil (movilidad de la articulación sacroilíaca) y que el bebé no tropezará con una estructura rígida; de este modo, se facilita su paso por la pelvis.

Después del parto

En las semanas que siguen al parto, la madre puede sufrir ciertas molestias: problemas urinarios,malas posturas, dolor de espalda, perineo relajado o baby blues. La osteopatía puede ayudar a curar estos síntomas. Además, se aconseja visitar al osteópata un tiempo después del nacimiento para asegurarse de que el cuerpo ha recuperado su equilibrio.

Esta medicina suave también puede ser útil para aliviar a los bebés, en particular en caso de padecer deformaciones craneanas asociadas al embarazo o al parto, alteraciones del sueño, regurgitaciones u obstrucciones del conducto lacrimal.

¿Cómo se desarrolla la consulta?

La consulta se desarrolla en varias etapas. En un primer momento, el osteópata formula numerosas preguntas a la paciente. Se informa de su historial ginecológico.

De hecho, el tratamiento osteopático se efectúa siempre en colaboración con el seguimiento ginecológico clásico.

El osteópata procede a continuación al examen clínico, basado en unas pruebas de movilidad: observa cómo se mueve el cuerpo, articulación por articulación, y luego en su totalidad. Por lo general, el examen clínico se efectúa acostada. Tanto si la sesión osteopática se centra en el cráneo, el abdomen o el marco óseo, las técnicas utilizadas siempre se adaptan a la mujer embarazada y al bebé; los movimientos siempre son suaves y sin brusquedades. Durante la consulta, el médico también puede enseñar a la paciente algunos ejercicios que, practicados con regularidad, podrán servir de alivio.

Articulos Relacionados