Mejores hierbas medicinales para un jardín en casa

Jesus L. Rodriguez

Mejores hierbas medicinales para un jardin en casa

El hacer crecer tus propias hierbas medicinales es una excelente manera de incorporar el buen estado de salud dentro de tu vida cotidiana. Estas hierbas con propiedades medicinales son recomendadas debido a la gran gama de beneficios que entregan a la salud y porque muchas de estas se pueden utilizar para entregar un complemento a nuestras comidas.

Hierbas medicinales

Diente de León; El diente de León a menudo se le considera como una especie de flagelo a nuestro césped. Un pensamiento que debería considerarse una vergüenza, debido a que el diente de león es una de las hierbas con más propiedades curativas de cara al organismo humano. Sus hojas se comen con un delicioso sabor. La flor es utilizada para la fabricación de jalea. Los delicados pétalos se pueden añadir a ensaladas y es utilizada para preparar muchos platos de verano. Su raíz también se puede utilizar de forma molida como el sustituto saludable al café.

Como planta medicinal, la flor se añade a aceites para aliviar dolores musculares. Su hoja y raíz son utilizadas en infusiones, pomadas, tinturas y como un tónico para limpiar el hígado.

Caléndula; La caléndula es una hierba importante para cualquier jardín de un curandero. Sus llamativas flores naranjas se utilizan para el lavado de la piel para entregar suavidad. También son comestibles y se pueden agregar a las ensaladas. Al ser tan suave, la caléndula suele ser un ingrediente utilizado para la fabricación de pañales y otros artículos relacionados al cuidado de la piel de los bebes. La caléndula también se puede utilizar para decorar cualquier paisaje, y las flores son fáciles de combinar con cualquier decoración, por lo que tiene una ventaja sobre el resto de hierbas curativas dentro de un jardín.

Existe un gran abanico de caléndula para ser cultivadas, pero no todas se pueden utilizar en el sentido medicinal, por lo que se deberá buscar a la Calendula Officinalis, para asegurarnos de que es la variedad correcta.

Manzanilla; La manzanilla es una hierba dulcemente perfumada. Sus múltiples usos han sido conocidos por muchos años. La manzanilla se utiliza para lograr una piel suave cuando se utiliza en el lavado facial. Aunque ha habido cierta discusión sobre las contraindicaciones de esta hierva. Por ejemplo, hay algunas pruebas de que la manzanilla es un anticoagulante. Esto no debería ser un problema para alguien que la aplica en una taza de té de forma ocasional durante la noche, sin embargo, si alguien está tomando medicamentos anticoagulantes, la manzanilla se debería sacar de la dieta regular.

Bardana; La bardana, es una hierba común que se pasa por alto en la mayoría de los jardines. Su raíz por décadas se ha utilizado como un potente purificador de la sangre y es considerada una verdura medicinal. La hoja se puede aplicar en forma de cataplasma para extraer múltiples infecciones. Su semilla se considera como una medicina muy potente y se debe utilizar con precaución y con supervisión de un experto en la materia.

Ortigas; Las ortigas son fáciles de cultivar, se encuentran llenas de micro nutrientes y también pueden añadir un puñado de ingredientes saludable a muchos platos. Se deben cultivar a las ortigas en áreas en donde se puedan controlar de manera fácil su crecimiento y donde no llegue a afectar a niños o animales con su picadura. Si se le cosecha cuando son una pequeñas plantas se pueden obtener de optima forma sus nutrientes y con un buen sabor en el caso de ser utilizadas en comidas. Una recomendación a tener en consideración es que cada vez que se coseche a la ortiga se debe utilizar guantes. Las ortigas tienen una picadura que es considerada como inofensiva, pero es muy desagradable.

Gracias a que las ortigas se pueden cosechar varias veces, estas pueden ser plantadas por delante de plantas que sean más altas en el paisaje de nuestro jardín. En el caso de que se dejaran al libre albedrio, las ortigas pueden alcanzar alturas superiores a los 6 pies de alturas, y en esas etapas su sabor cambia y no son sabrosas. Por lo que se recomienda mantener a las ortigas podadas a un nivel que sea controlado y en donde se pueda sacar provecho de las bondades que entrega.

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