Tal como sucede con quienes tiene el pelo seco, las manos secas pueden ser un problema igualmente grave el cual puede perjudicar nuestra vida, especialmente la vida social. No importa del país que seamos, cuando alguien tiene las manos secas, se transformara en un tema de conversación muchas veces, bastante incómodo, esto sin importar si somos hombres o mujeres.
Hay que tener en mente que si nuestras manos se encuentran secas cada invierno o durante todo el año y no hacemos nada por controlar este problema, rápidamente sufriremos de todos los efectos secundarios que se ven asociados con la piel seca. Dentro de estos efectos secundarios se Incluye, pero no se limita el presentar sangrados, picazón y heridas de gran tamaño. Lo más peligroso de tener una piel seca, es que seremos más propensos a sufrir de una infección causada por todas que las heridas que se encuentran abiertas. El tener cualquier tipo de cuidado, entiéndase uno menor o uno exhaustivo, puede hacer una gran diferencia en como nuestra piel lucirá.
Los dermatólogos generalmente nos recomendaran usar varias cremas las que como estarás pensando, cuestan mucho dinero, además de que contienen un montón de productos químicos los cuales muchas veces, generaran un daño en la piel a largo plazo. Si tememos por esos últimos detalles, siempre podemos recurrir a la madre naturaleza para generar un par de remedios caseros que nos pueden ayudar e eliminar el problema.
Hidratación con Aceites Naturales:
Los aceites naturales son hidratantes efectivos para manos secas. Aplica aceite de coco, aceite de almendra o aceite de oliva en tus manos antes de acostarte. Masajea suavemente para que la piel absorba los nutrientes y recupere su suavidad.
Baños de Aceite Tibios:
Sumerge tus manos en un tazón de agua tibia con unas gotas de aceite esencial como lavanda o manzanilla. Este baño ayudará a suavizar la piel y proporcionar alivio a las manos secas.
Mascarilla de Aguacate y Miel:
Mezcla la pulpa de medio aguacate maduro con una cucharada de miel. Aplica esta mascarilla en tus manos y déjala actuar durante 15-20 minutos antes de enjuagar. El aguacate aportará nutrientes esenciales y la miel actuará como humectante.
Exfoliación con Azúcar y Aceite:
Mezcla azúcar con aceite de oliva para crear un exfoliante natural. Masajea suavemente tus manos con esta mezcla durante unos minutos para eliminar las células muertas y mejorar la textura de la piel.
Aloe Vera para Calmar la Piel:
El gel de aloe vera es conocido por sus propiedades calmantes e hidratantes. Aplica gel de aloe vera en tus manos varias veces al día para aliviar la sequedad y promover la curación.
Evitar el Uso Excesivo de Jabones Agresivos:
Opta por jabones suaves y evita los productos que contengan ingredientes abrasivos. El lavado frecuente de manos con jabones fuertes puede contribuir a la sequedad. Sécate las manos suavemente después de lavarlas.
Guantes de Algodón Durante la Noche:
Antes de ir a dormir, aplica una crema hidratante rica en tus manos y luego usa guantes de algodón. Esto ayuda a retener la humedad durante la noche y mejora la suavidad de tus manos.
Beber Suficiente Agua:
La hidratación interna también es esencial. Asegúrate de beber suficiente agua durante el día para mantener la piel bien hidratada desde adentro
Manos secas curadas con aceite de almendras
El primer remedio casero para las manos secas que te recomendaremos, es simplemente lavar nuestras manos con un poco de aceite de almendra. La gran clave de esto se encuentra en que este tipo de aceite cuenta con vitamina E.
Con este tipo de aceite se mejorará la circulación de la sangre, y lo más importante de todo, las eventuales infecciones que estemos sufriendo en nuestra piel se verán disminuidas.
Muchos especialistas señalan que no hay mejor agente humectante que el aceite de almendra, por lo que al masajear este aceite en nuestras manos todas las noches antes de dormir, hará que por las mañanas tengamos manos con una piel sedosa y saludable.
Aguacate:
Dejemos de lado de cierta manera lo sencillo y pongámonos un poco más complejos para hablar de un remedio como el aguacate.
De seguro en más de algún lado (Televisión, familia, etc.) habrás visto que alguien utiliza una máscara de aguacate en el rostro para mejorar el brillo y elasticidad de la piel, bueno, esto también se puede adaptar a nuestras manos.
Todo se debe a que estas son ricas en grasas monoinsaturadas, vitaminas A, C y E, un conjunto que transforma a este fruto en algo especial. Por cierto, decimos que es más complejo simplemente porque tiene más ingredientes y pasos para generar el remedio en comparación con el aceite de almendra.
Para este remedio casero, deberemos tomar medio aguacate maduro, el cual deberá ser mezclado con una cucharada de miel. Lo aplicaremos en nuestras manos y lo dejaremos reposar por no más de 10 minutos.
Tras ese periodo de tiempo, lavaremos nuestras manos con agua fría y listo. Si queremos ver resultados positivos, deberemos utilizar este remedio casero para manos secas un par de veces a la semana.
Yema de huevo:
Sigamos con las cosas algo complejas. De seguro has visto, también ya sea en la televisión o un familiar, que utiliza las propiedades del huevo ya sea como una mascarilla casera o como parte de un ritual para el cuidado del cabello, bueno, podemos trasladar las propiedades de las yemas de huevo a la piel de nuestras manos.
Para generar un remedio con la yema de un huevo, bueno, tomaremos un huevo y le quitamos la yema. Posterior a eso, nos aseguraremos de batir bien la yema, hasta que quede más o menos espesa.
El resultado será una especie de pasta, la cual se deberá aplicar sobre nuestras manos. Esperaremos 30 minutos y cuando veamos que la yema de huevo se va secando, lavaremos nuestras manos con un jabón de hierbas.
Este es un tratamiento que se recomienda especialmente para las personas que tienen muy secas las manos. Si nuestro problema realmente no cae en la categoría de preocupante, podríamos perfectamente utilizar uno de los dos primeros remedios caseros que se recomiendan.
El ultimo tratamiento, el que utiliza la yema de un huevo, se recomienda aplicar todos los días, para luego reducir su frecuencia a solo dos o tres veces por semana.