Además de los buenos hábitos, también existen malos hábitos que acostumbramos hacer sin darnos cuenta, que pueden empobrecer nuestra salud o perjudicarnos a diario y a lo largo del tiempo. En este artículo te haremos un listado de aquellos hábitos que hacemos y que al mismo tiempo nos están perjudicando:
La vida sedentaria
La vida sedentaria es un mal hábito que muchos hacemos y que forman parte de las razones de mortalidad y discapacidad. Es un gran factor de riesgo que no solemos tener en cuenta.
La inactividad que llevamos a cabo nos produce un debilitamiento de nuestros huesos, y la pérdida progresiva de masa muscular. Aumentan las posibilidades de padecer de artritis, incluso artrosis, osteoporosis, entre otras, podrán ser más notables en nuestro futuro. Favorece en gran medida enfermedades cardiovasculares, obesidad, estrés… Dile adiós a la vida sedentaria.
El estrés, un gran enemigo
Deberías saber que el estrés es un mal hábito que repercute a nuestra salud de muchísimas maneras, no solamente psicológicas. El estrés s muy nocivo para nuestro organismo, es un peligro físico. Debes aumentar la seguridad en ti mismo, y la autoestima, el contacto con la naturaleza y con otras personas. Debemos cambiar de forma de pensar si siempre pensamos en negativo, y encontrar actividades que nos hagan producir endorfinas (la hormona de la felicidad.)
El uso de la crema solar
El hecho de no ponerse crema solar puede significar que estemos exponiendo nuestro cuerpo al desnudo, durante años, a todo tipo de agentes ambientales que hacen que nuestra piel se resienta y sufra. Debemos prestarle atención a una correcta hidratación de la piel. El uso de la crema solar contribuye a la regeneración de nuestras celulas, nos proporciona vitaminas, nos hace más elasticos, y otras muchas sustancias que nos ayudarán a mantener sana nuestra piel.
Beber poca agua
Como te hemos mencionado en muchos artículos, el agua es vital para mantenernos sanos. No es recomendable beber menos de 1 litro de agua al día, ni más que dos. El agua nos regenera, nos activa, nos proporciona mucho de lo que nuestro organismo necesita, y nos mantiene más activos, y favorece el metabolismo. Bebe mucha agua y te sentirás más liviano, y más sano.
Falta de sueño
Asimismo, la falta de sueño es muy nociva para nuestro organismo, provocando un sin fin de enfermedades y repercusiones en nuestro día a día. Si descansamos las horas suficientes notaremos una gran mejora en nuestro organismo. El cambio de hábito es pequeño, y puede llegar a ser muy eficiente y bueno para nuestro cuerpo. Debemos proporcionarle a nuestro cuerpo las horas suficientes de sueño y un descanso reparador a diario.
Alimentos salados
La sal es muy perjudicial para nuestra salud, y consumida en exceso afecta a nuestra piel, y por su alto contenido en sodio. Su descontrolado consumo puede acabar causándonos retención de líquidos, lo que puede causar hinchazón en diversas partes del cuerpo sobretodo en nuestros ojos.
No comer grasas
Un gran error que muchas personas cometen, cuyo objetivo es mantenerse delgados, es no comer alimentos ricos en grasa para eliminarlas totalmente. Existe una diferencia abismal entre alimentos ricos en grasa y alimentos que tienen grasas saturadas y dañinas. Las grasas saludables que debemos consumir son las del pescado, ricas en omega-3, nueces… Ya que nuestro organismo las necesita para un buen funcionamiento de nuestras células.
Exceso en tabaco y alcohol
Cuando somos jóvenes no nos percatamos de las horribles consecuencias que tiene fumar y beber alcohol para nuestra salud. Fumar es un hábito cero saludable para nosotros y para aquellos que nos rodean. Puede llevarnos a tener riesgos de enfermedades pulmonares, y ser muy perjudicial para nuestro corazón, provocando problemas de obstrucción en las arterias.
En cuanto al alcohol, sabemos que en moderación no debería producir riesgo, sobretodo si nos referimos al vino o la cerveza, incluso podría llegar a ser beneficioso. Pero, ingerir mucho alcohol puede conllevar riesgos de hipertensión, alterándonos nuestro corazón; además puede llevarnos a tener un aumento de peso debido a las calorías incrementadas.
No comer frutas y vegetales
Estos nos aportan una fantástica cantidad de nutrientes esenciales; y además son grandes fuentes de carbohidratos, agua, fibras. Consumir más frutas y verduras nos disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.