Cada vez somos más conscientes de lo importante que es protegerse de los rayos del sol, sobre todo en verano. Con unas simples reglas estaremos bien protegidos, por eso hoy os presentamos cinco reglas de oro para tomar el sol. Siguiendo estas simples pautas nuestra piel no sufrirá tanto con los rayos solares y evitaremos quemaduras y males mayores.
Pon la crema solar media hora antes
Llegar a la playa o la piscina y echarse la crema allí no vale. La crema solar tarda un rato en absorberse y hacer su función, por eso lo mejor es echarse la crema media hora antes, incluso antes de salir a la calle. Mientras la crema se absorbe los rayos del sol ya empiezan a hacer de las suyas y podemos llegar tarde.
Tampoco debemos olvidar que al cabo de las dos horas debemos de aplicarnos crema otra vez, ya que la loción no es eterna ni dura todo el día. Aunque lo mejor si tomamos el sol es no estar más de una hora, descansar a la sombra y aprovechar para echar crema de nuevo. Parece tedioso, pero es lo más eficaz para proteger la piel.
No uses colonias
A la gente también le gusta oler bien mientras toma el sol, pero algunos componentes de las colonias, after shave o similares pueden irritar o manchar la piel cuando tomamos el sol con ellos. Las cremas solares ya vienen con un toque oloroso, mejor dejar la colonia para otras ocasiones, más cuando la salud de nuestra piel está en juego.
Al salir del agua sécate bien antes de tomar el sol
Esas pequeñas gotas de agua que quedan en el cuerpo actúan como pequeñas lupas que intensifican los rayos del sol, por eso hay que secarse bien el agua antes de tomar el sol. Esto se nota mucho en las horas de más intensidad, que la gente acostumbra a bañarse y tomar el sol de manera repetida. No significa que te vayas a poner más moreno porque el sol es más intenso, sino que la piel va a sufrir más.
También hay que usar protección cuando está nublado
Algo que también solemos olvidar. Como hay nubes y hacen sombra los rayos del sol no son tan potentes y no es necesario utilizar protección, algo totalmente falso. Los rayos de sol atraviesan igualmente las nubes y llegan con la misma intensidad a nuestra piel. Por eso los días nublados son los peores para las quemaduras solares, ya que estamos más confiados de que no nos va a pasar nada.
Hidrátate mientras tomas el sol
Es otra manera de proteger a la piel por dentro. Por muy bien que estemos protegidos por la crema solar, el calor hace que perdamos líquido y la piel se quede menos elástica y más seca. Siempre debemos de ir con una botella de agua al tomar el sol y beber de vez en cuando un par de tragos, aunque no tengamos sed, así nos aseguramos que nuestra piel estará al cien por cien después de la sesión de rayos de sol.