La salud mental de las familias

Jesus L. Rodriguez

La salud mental de las familiasLa familia es la unidad fundamental donde se desarrolla tanto la salud como la enfermedad mental. Trabajar en ella supone prevenir los trastornos mentales de sus integrantes.


Con frecuencia nos llegan noticias sobre el incremento de las enfermedades mentales en niños, adolescentes y adultos. Se estima que uno de cada cinco niños padece un trastorno de este tipo. Estos datos nos hacen reflexionar sobre la importancia de trabajar para desarrollar un núcleo familiar sano basado en la comunicación y el respeto, donde sus integrantes puedan crecer con autoestima, independencia y seguridad.

Sin embargo, pocas veces nos ponemos a pensar sobre el modelo de familia que tenemos, si es placentero vivir en ella, si nos sentimos valorados y valoramos a los demás, si podemos expresarnos con libertad? A veces es importante revisar los modelos establecidos por los especialistas, como el de Virginia Satir. Una notable psicóloga y terapista familiar estadounidense que estableció de forma muy clara dos tipos de familia: las nutricias y las conflictivas.


¿Qué tipo de familia tenemos?

Una familia nutricia es, para Satir, aquella en la que sus integrantes pueden comunicar abiertamente su amor y desaprobación. Sus integrantes se sienten queridos y valorados, desarrollan su autoestima. Además, la familia posee reglas que todos conocen y que rigen la vida familiar. Se relacionan con otros individuos e instituciones que les rodean de forma natural, como enlace con la sociedad.

Por el contrario, en una familia muy perturbada o conflictiva, como la terapeuta familiar la denominó, son corrientes las expresiones de enojo, tristeza, indiferencia, desesperación o daño entre sus miembros, entre otros. Carece de muestras de afecto, convivencia o alegría. Sus miembros no se sienten valorados ni con derecho a expresarse libremente.

Entre los dos extremos, podemos colocar a todas las familias que existen, incluida la nuestra. Incluso, es necesario reconocer que en ocasiones nuestra familia puede comportarse como conflictiva. Por suerte, Satir siempre creyó que una familia conflictiva podía convertirse en una nutricia, siguiendo algunas pautas:

? Reconociendo que, en ocasiones, una familia es conflictiva.

? Perdonarse los errores del pasado y convencerse de que es posible cambiar. Darse la oportunidad de cambiar, confiando en que las cosas pueden ser distintas.

? Tomar la determinación de cambiar.

? Adoptar alguna medida para iniciar el proceso de cambio.

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