Hoy queremos hablar sobre una dieta que hemos escuchado mucho hacer referencia durante estos últimos años. Se trata de la paleodieta, la cual la cual es mencionada como mejor alternativa para enfrentar las altas cifras de obesidad. Sin embargo, ¿es esto cierto? Para saberlo es necesario analizar la dieta para saber qué tal saludable es. Hoy te quitamos todas las dudas en referencia a ella, ¡presta mucha atención!
La paleodieta no entra en la categoría de dieta milagro, ya que, su solución no es mágica como las que por lo general se proponen en estas dietas. La misma además, no pone en riesgo la salud ni es parte de un gran negocio. La misma se basa frutas, verduras, semillas, frutos secos y carnes, la misma propone imitar la dieta de nuestros antepasados, donde los cereales refinados no existía.
Es por esta razón que encontramos mucha fibra en esta dieta, y alimentos de origen vegetal y carnes lo más magras posibles. Esto se debe a que antes las carnes eran derivadas de animales de caza y pesca, con gran porcentaje de masa muscular y muy poca grasa en su organismo. Esto era algo de lo que teníamos para compartir hoy, aunque no lo único.
Esta dieta por supuesto, en un contexto diferente tiene grandes beneficios para la salud. Además, nuestros antepasados, los consumidores de este tipo de alimentación, tenían un alto gasto calórico, producto de las actividades de caza y recolección que desempeñaban para obtener alimentos.
En la actualidad, parte de la responsabilidad de las altas cifras de sobrepeso la tiene nuestra dieta caracterizada por muchos productos indutrializados y muy poca cantidad de granos enteros y fibra. Sin embargo, las actividades que desempeñamos también son diferentes, nuestro gasto calórico es inferior, al menos el dependiente del esfuerzo físico diario, y el ambiente que nos rodea es notablemente distinto.
En el siglo XXI la paleodieta es una solución poco real al sobrepeso, porque llevando una dieta con estas características pero viendo a nuestro alrededor cantidad de productos de bollería, de alimentos preelaborados de fácil utilización, verduras congeladas y demás, es muy difícil no consumir nada de ello. Entonces, alternar entre paleodieta y alimentación actual puede ser peor que si consideramos las ventajas de la dieta de nuestros antepasados y las insertamos en la dieta del sigloXXI.
Es decir, si procuramos consumir más semillas, frutas y verduras, emplear cereales integrales y escoger carnes magras, limitando el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares simples a comidas eventuales, ya estaremos obteniendo beneficios y quizá, sea una forma más real de modificar nuestra mala alimentación actual que trae como consecuencia, entre otras cosas, altas cifras desobrepeso y obesidad.