Después de decenas de post sobre abdominales ya nos queda bien claro la importancia que estos ejercicios tienen a la hora de mantener una buena tonificación en esta parte del cuerpo. A pesar de todo, una zona que se debe trabajar a la par y que se suele dejar siempre de lado o por prisas o por desconocimiento son los lumbares. Es importante que los entrenemos siempre que toquemos la parte abdominal, y por ello queremos resaltar los motivos por los que hay que hacerlo.
En anteriores ocasiones hemos comentado la importancia que tiene mantener un correcto equilibrio entre las diferentes partes del cuerpo. Es decir, existen zonas antagonistas como el pecho y la espalda o el bíceps y el tríceps que deben compensarse y tener el mismo grado de entrenamiento para así mantener un correcto estado. En el caso de los abdominales sucede lo mismo, ya que no podemos hacer que solamente la parte del vientre esté tonificada y trabajada en detrimento de la parte lumbar.
No entrenar la zona lumbar y mantener unos músculos tonificados en el abdomen es un problema serio que a la larga terminaremos por notar. Si hacemos esto lo que crearemos será un desequilibrio entre ambas partes del cuerpo. Este desequilibrio consistirá en que la parte delantera, los músculos del abdomen que hemos trabajado tendrán más fuerza y consistencia, ejerciendo un efecto de tiro hacia delante. Estarán en una constante tensión que debemos contrarrestar con los músculos desarrollados de la parte lumbar. Si no los trabajamos lo que haremos será disminuir la resistencia y fomentar un desequilibrio que sufriremos a nivel lumbar.
Al mantener día tras día durante tiempo una tensión en la parte delantera de la cintura lo que lograremos será producir una desviación de la tensión a la parte lumbar que desencadenará en dolores en esta parte del cuerpo. Al tener una musculatura débil en los lumbares el equilibrio en esta zona se romperá, y muchas acciones como estar de pie, caminar… acabarán por sobrecargar en exceso esta parte al no poder contrarrestar la fuerza ejercida por el abdomen.
Para evitar que esto suceda es necesario que entrenemos los lumbares mediante ejercicios concentrados en esta zona como elevaciones de peso muerto y demás rutinas que tenemos a nuestro alcance. Eso sí, debemos tener claro que los músculos de la zona lumbar son pequeños y por lo tanto no podemos sobreentrenarlos pues podemos llegar a hacernos daño en esta parte de la espalda.