La deficiencia de vitamina D, es sujeto de estudio permanente. Las investigaciones se suceden y van revelando datos más que interesantes que es el momento de compartir. Comenzamos señalando que éste déficit, se da con mayor frecuencia entre ciertos segmentos demográficos, a saber incluidos mujeres, ancianos, y las personas obesas.
Coincidentemente, los tres grupos también comparten un mayor riesgo de problemas del piso pélvico, como incontinencia urinaria. ¿Podría haber una conexión? Tal vez sea así, según l revela una investigación reciente.
Un estudio publicado en Obstetrics & Gynecology comparó los niveles de vitamina D con la incidencia de las diversas formas de patología del suelo pélvico entre 1.881 mujeres con una edad promedio de 48 años.
Aquellas con bajos niveles de vitamina D tenían un riesgo de un 170% de padecer incontinencia urinaria, en comparación con aquellos individuos que se manifiestan con niveles sanguíneos más altos. ¿Por qué podría ser esto? Se cree que al igual que una hormona, la vitamina D es compatible con una gran variedad de funciones corporales, incluyendo el mantenimiento de músculos y huesos. Como resultado de ello, la deficiencia podría minar la infraestructura muscular de la pelvis, de importante impacto sobre control urinario.
Pero hay más: la investigación relacionada sugiere que una importante pérdida de peso puede resultar en una reducción de hasta un 47% en los episodios de incontinencia, tal vez por la reducción de la presión que el exceso de tejido adiposo en los lugares de la pelvis.
Por último, aumentar o como mínimo mantener los niveles de vitamina D, puede reducir el riesgo de otras enfermedades o problemas, como las fracturas, pérdida de dientes, depresión, dolor crónico, y los cánceres.
La deficiencia de vitamina D se está convirtiendo en un problema de salud muy extendido, y muchas personas no saben que tienen deficiencia de vitamina D hasta que los síntomas comienzan a aparecer. Si no sigues una dieta con altas cantidades de vitamina D, evitas la exposición al sol o si crees que puedes estar en riesgo de deficiencia de vitamina D, consulta a tu médico y pide que tus niveles de vitamina D sean revisados. Si los resultados muestran que la vitamina D es deficiente o insuficiente, se puede comenzar el tratamiento y un programa de mantenimiento. La deficiencia de vitamina D puede provocar numerosos síntomas y el daño del hueso, pero la mayoría se puede invertir dentro de unos pocos meses de tratamiento por suplementos de vitamina D y de trabajo para mantener los niveles de vitamina D.