Las altas temperaturas, el sudor, el calor o la mayor humedad son algunas de las consecuencias negativas de la llegada del verano y que lo hacen un poco menos agradable. Todos estos factores conllevan a que nuestro cuerpo pierda líquidos y que nos podamos deshidratar.
Y es que la deshidratación en verano es algo bastante frecuente, ya que es una condición que se da cuando hay temperaturas elevadas y perdemos más líquido del que tomamos, y así nuestro cuerpo no tiene suficiente líquidos para trabajar de forma normal y nos da indicios de esta falta. Si tienes entre 10 o 50 años, a lo mejor a lo mejor es más fácil ser precavido, pero si tienes un bebé o eres anciano, hay que tener cuidado con los riesgos.
Riesgos de la deshidratación
La deshidratación no es algo que debemos dejar de pasar por alto, y es que una deshidratación severa puede provocar la muerte. Los signos de deshidratación son varios. Entre ellos, el aumento de la sed, sequedad en la boca, debilidad, mareo, palpitaciones, confusión, desmayo, ojos hundidos. Son claras señales de que nuestro cuerpo presenta un cuadro sinmatológico de deshidratación al que hay que prestar atención.
El sistema de alerta de la sed se encuentra algo deteriorada sobre todo en las personas mayores. Si sumamos este factor a la poca apetencia que suelen tener por los líquidos, nos da como resultado un alto riesgo de deshidratación. Las infusiones de agradable sabor y alto poder refrescante puede evitar que todo esto suceda.
Cómo preparar la infusión
Para realizar esta infusión de menta y lima necesitamos 8 ó 9 hojas de menta fresca, media lima y una pizca de sal. Lo primero que tenemos que hacer es hervir la menta en un cuarto de agua durante 2 ó 3 minutos aproximadamente. Una vez ya lo tengamos, echaremos una pizca de azúcar y lo introduciremos en la nevera para que enfríe. Cuando ya esté fría, la sacaremos y le echaremos un chorrito de lima, y lista para degustar. Lo ideal es que tomemos esta infusión de una a tres veces al día.
Los cítricos, además de subir el ánimo, son muy buenos para combatir la sequedad y la deshidratación y es que, al estimular la producción de saliva, el zumo de los cítricos combate la molesta sensación que se tiene cuando tienes la boca seca.
Además, no podemos olvidar consumir mucho líquido. Y cuando decimos líquidos podemos beber agua, refrescos, granizados, gazpacho, comer más fruta y evitar el consumo excesivo de alcohol.