Muchas veces por perder un par de kilos somos capaces de hacer cualquier cosa, desde la más descabellada dieta hasta los actos más rebuscados que lo único que nos proporcionan son desajustes que a la larga nos acabarán pasando factura. Un claro ejemplo ahora que llega el tiempo bueno es salir a correr al mediodía pensando que se queman más calorías y se acaba antes con la grasa, algo que es totalmente falso y que en no queremos pasar por alto.
Muchas personas siguen asociando el hecho de sudar a perder kilos y quemar calorías, disminuyendo así las reservas de grasa del organismo, por ello es que siguen recurriendo a fajas térmicas, saunas y demás trucos para perder peso, cuando realmente como se pierde es por el ejercicio y la dieta. Algo similar es lo que hacen algunas personas saliendo a correr al mediodía cuando el sol más calienta en verano, un riesgo que no debía correr porque los resultados no son adelgazar más, sino que pueden ser un gran susto.
El aumento de las temperaturas tiene un efecto inmediato en nuestro cuerpo, y es que este traspira más para regular su propia temperatura. Esto es lo que sucede al practicar deporte al aire libre en pleno mediodía, momento en el que las temperaturas son altas y el cuerpo se resiente más, y más si realizamos ejercicio a la vez. Este sudor excesivo y las altas temperaturas lo que nos harán es eliminar más líquidos corriendo el riesgo de deshidratarnos si no reponemos los líquidos perdidos a través del sudor. Este sudor no significa que estemos quemando más calorías, ya que solo quiere decir que estamos perdiendo líquidos que son necesarios y que ponen en riesgo los niveles de electrolitos del propio cuerpo, dejando a los músculos un poco bajos de energía y capacidad de respuesta frente al ejercicio. Por ello es importante que si no nos queda más remedio que salir a practicar deporte al mediodía lo hagamos en zonas sombreadas donde la temperatura sea inferior y la transpiración disminuya, ya que esto no nos adelgaza, sino que nos pone más bien en riesgo.
Pero la cosa no se queda solo ahí, practicar deporte al aire libre cuando más aprieta el calor en verano no solo no adelgaza, sino que además nos impide que el ejercicio rinda todo lo que lo tiene que rendirnos, con lo que se frena el proceso de quema de calorías y con ello el de pérdida de grasa corporal. Esto sucede porque al aumentar tanto la temperatura del cuerpo nuestra respuesta y capacidad de acción frente a una situación, en este caso el deporte, disminuye y con ello los resultados que vamos a obtener al realizar esta actividad. Todo esto contribuye a que la quema calórica sea inferior. Esto no sucede al practicar deporte cuando amaina el calor, momento en el que nos encontramos mucho más llenos de energía y en el que obtendremos mejores resultados sin lugar a dudas.
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