Utilizaremos el frío en el control del peso con el objetivo de incrementar los gastos del cuerpo, se trata de otra manera de quemar calorías, un recurso bastante orinal y poco conocido, el incremento de los gastos de calentamiento del cuerpo.
Si bien la idea de que comer platos fríos adelgaza ha sido popular, los fundamentos científicos que respalden este concepto son limitados. La pérdida de peso se logra principalmente a través de un déficit calórico, una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable en lugar de depender únicamente de la temperatura de los alimentos.
La noción de que comer platos fríos puede contribuir a la pérdida de peso se basa en varios factores que afectan la forma en que el cuerpo procesa los alimentos fríos en comparación con los alimentos calientes. Aquí te presento algunos puntos relevantes:
Metabolismo y termogénesis:
Efecto termogénico:
Se ha sugerido que los alimentos fríos pueden requerir más energía para ser procesados por el cuerpo. El cuerpo necesita trabajar un poco más para calentar los alimentos fríos a la temperatura corporal, lo que podría aumentar la quema de calorías en comparación con los alimentos calientes.
Metabolismo basal:
Aunque el efecto termogénico es real, su impacto en la pérdida de peso puede ser mínimo en el contexto del metabolismo basal general, que representa la mayor parte de la energía que el cuerpo utiliza en reposo.
La mayor parte del gasto calórico se invierte en el gasto metabólico y mas de la mitad sirve para mantener la temperatura central del cuerpo, alrededor de los37ºC.
Cuando ingieres un alimento muy caliente, el organismo absorbe sus nutrientes y calorías, pero sin saberlo también absorbe el calor que contiene y este calor es un suplemento calórico dispensable. Desde que se absorbe y durante un rato, el organismo deja de quemar sus propias calorías para utilizar el calor físico del alimento.
Menor ingesta calórica:
Los platos fríos suelen consistir en alimentos frescos, como ensaladas y vegetales, que tienden a tener un menor contenido calórico en comparación con platos calientes o procesados. Al consumir alimentos bajos en calorías pero ricos en nutrientes, es posible que algunas personas logren un déficit calórico más fácilmente, lo que eventualmente podría llevar a la pérdida de peso.
En cambio al ingerir un alimento frío el organismo no puede dejarlo pasar a la sangre sin haberlo llevado previamente a la temperatura de37ºC. Esta operación es muy costosa en calorías y frena además la digestión y la asimilación, evitando consecuentemente que el hambre vuelva a aparecer demasiado pronto.
Sabiendo esto, podemos tomar a mediodía platos fríos con menor aporte proteico, ya que el fin que buscamos es un aumento del gasto calórico sin excedernos en cantidad de proteína, y acumular la mayor parte de proteína en las cenas, donde el metabolismo se vuelve más lento por la disminución de actividad física.
Si además en las comidas añadimos alimentos que por si solos queman grasas, aceleramos aún más el metabolismo, como por ejemplo:
PIMIENTA DE CAYENA: acción termodinámica
GENGIBRE: vasodilatador y aumenta el flujo sanguineo y acelera hasta un 20% el metabolismo
JUGO DE LIMÓN: bajan los niveles de insulina (azucar en sangre) y promueven la perdida de peso.