Los fitonutrientes no son vitaminas ni minerales, son las sustancias químicas que dan color y sabor a las plantas y además las protegen contra los rayos ultravioletas, y contra infecciones bacterianas, virales. Aunque no poseen valor nutricional, éstos actúan como antioxidantes (al ser ingeridos alimentos que los contienen), al neutralizar losradicales libresde nuestro organismo, causantes de las enfermedades degenerativas.
Uno de los grandes problemas de salud durante el verano es el cuidado de la piel. Cada vez que tomamos el sol nos protegemos concremasy ungüentos que evitan que nos quememos y nuestra capa exterior se vea dañada. Ahora un experimento ha demostrado que el extracto de fresa actúa como protector frente a la radiación UVA, reduciendo el daño que esta produce sobre el adn de nuestras células. Este descubrimiento abre las puertas a nuevascremasbasadas en extractos de fresas.
Para demostrar que estafrutapuede proteger a la piel de la acción nociva de los rayos del sol los investigadores prepararon diversas muestras de células dérmicas humanas (fibroblastos) y les aplicaron distintas concentraciones de extracto de fresa. Posteriormente expusieron las muestras bajo la luz de lámparas ultravioleta que simulaban la acción de 90 minutos bajo el sol. El experimento demostró que en las muestras que tenían una mayor concentración de extracto de fresa, sobrevivían una mayor cantidad de fibroblastos. Básicamente aumentaba la supervivencia de esas células y disminuía el daño en el ADN respecto a las células de control.
Como explica el investigador de la Universitá Politecnica delle Marche, Italia, Maurizio Battino a la Agencia SINC, “estos aspectos son muy importantes porque se trata de una acción protectora para líneas celulares sometidas a condiciones que pueden provocar cáncer y otras enfermedades inflamatorias ydegenerativasde la piel humana“. Pero, ¿a qué se debe esta actividad protectora?
Los científicos piensan que la clave puede estar en los antocianos, los pigmentos que hacen que las frutas sean rojas. Como explica otra de las autoras del estudio, Sara Tulipani, de la Universidad de Barcelona, “estos compuestos tienen importantes propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, anti-tumorales y son capaces de modular los procesos enzimáticos”. Eso sí , la investigadora apunta que “todavía no hemos encontrado una relación directa entre su presencia y las propiedades fotoprotectoras“.
El hallazgo es solo el primer paso, pero puede ser la puerta hacia nuevos tratamientos que protejan de la radiación, ya sea a través de ladietao con innovaciones cosméticas.